El exceso de sodio no es sano e infla el cuerpo. Aquí tenéis siete consejos para eliminar la hinchazón.
Pocos alimentos tienen el poder de dar miedo a los culturistas como la sal. Los atletas temen que el sodio les provoque hinchazón y oculte sus físicos tan trabajados porque se difunde información errónea respecto a la sal y su efecto sobre la salud. Aquí desvelaremos cuáles son los datos ciertos y los sinsentidos sobre la sal y os enseñaremos a controlarla para sacarle el máximo partido. Reducir su consumo os ayudará a recortaros.
El sodio y la salud
Empecemos dejando claro el vocabulario. La sal no es lo mismo que el sodio y el sodio es lo que de verdad nos importa. El sodio es un elemento que se une al cloruro para formar sal de mesa, que contiene un 40% de sodio. Cuando hablamos de la sal y de la retención de agua, en realidad estamos refiriéndonos al sodio.
No obstante, también es importante recordar que el cuerpo necesita sodio para su funcionamiento, ya que participa en la regulación de los fluidos, transmite los impulsos eléctricos (como los que el cerebro envía a los bíceps para subir la barra) y contrae los músculos, como cuando el bíceps responde al mensaje cerebral. A pesar de su importancia, durante gran parte de la historia del ser humano la sal ha sido un bien escaso y preciado y ahora se ha convertido en un producto de lujo con variedades exóticas rojas y negras que compiten con la sal marina y la yodada.
El problema es que mucha gente toma demasiada sal, ya sea porque la añade en exceso a la comida o porque se atiborra de patatas fritas, comida rápida o alimentos procesados, que contienen gran cantidad de sodio. De hecho, la sal es un magnífico conservante, por lo que se utiliza en alimentos para alargar su durabilidad. En la sociedad occidental se ha implantado una tendencia de sobreuso de la sal, y los científicos están preocupados, por lo que han lanzado mensajes de moderación respecto a este condimento.
¿Por qué están tan preocupados? Lo cierto es que el sodio aumenta la hipertensión. Los riñones, que son los responsables de mantener el equilibrio de los líquidos, lo extraen del riego sanguíneo y lo eliminan como orina si su nivel es excesivo. En cambio, si el nivel es deficiente, los riñones trabajan menos para no excretarlos. Cuando una persona consume gran cantidad de sodio, el organismo extrae líquido de los tejidos corporales para enviarlo al riego sanguíneo y así diluir el sodio. Si los riñones funcionan correctamente, reaccionan al incremento de líquido y lo eliminan a través de la orina para recuperar el equilibrio. En caso de que no realicen bien su función, mantendréis el incremento de volumen sanguíneo durante más tiempo y, de ese modo la presión. El corazón tiene que esforzarse más para conseguir que circule todo el líquido y aumenta la presión sanguínea. La situación es muy peligrosa si el problema es crónico porque puede dañar los órganos, provocar un ataque cardíaco, un aneurisma y problemas renales.
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