Pero eso no significa que a más L-carnitina en nuestro cuerpo más grasas vamos a quemar. De nada sirve meter muchos ácidos grasos en la mitocondria si luego alli no se tienen recursos para oxidarla. De ahí que se tenga que tener bien claro que no sólo por el hecho de tomar estos productos vamos a adelgazar, y menos aún si no hacemos actividad física.
En deportistas entrenados este tipo de suplementación si puede tener efectos notorios porque su organismo asimila bien el aumento de ácidos grasos dentro de la mitocondria y tiene capacidad de quemarlos, eso sí, con ejercicio físico de por medio y mejor si es aeróbico.
No obstante la L-carnitina es una molécula que la fabrica nuestro organismo a base de los aminoácidos Lisina, Metionina, Hierro y vitaminas, por lo que si aseguramos estos aportes a base de dieta no es necesaria la suplementación. Un buen aporte de carnitina es a base de carne roja, que no suele faltar en la dieta del deportista, por lo que no tiene mucho sentido tomarla de forma externa.
Conclusión: si hay un sobrepeso u obesidad la suplementación de L-carnitina no sirve para nada, lo que hay que hacer es un buen plan de ejericicio aeróbico quemagrasas y complementar con una dieta equilibrada. Si se quiere usar este suplemento como mejora del rendimiento en deportistas entrenados habría que estudiar el caso, ya que en ocasiones puede ser peor el remedio que la enfermedad. Recordemos que todavía no hay estudios que aseguren que un consumo de L-Carnitina conlleve una reducción significativa de la grasa. ¿Para qué gastar dinero si podemos obtenerla con una buena alimentación?
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