Lo cierto es que, con el paso del tiempo, las superseries cada vez despiertan más el interés de los atletas. En sus conversaciones en el gimnasio, la pregunta estrella surge una y otra vez: ¿con qué ejercicios utilizáis las superseries? No obstante, antes de formular esa cuestión, deberían definir este método de entrenamiento. De hecho, muy pocos entrenadores son conscientes de que el significado de las superseries ha dado un giro de 360º, y de que el sistema actual que emplean muchos atletas no tiene nada que ver con la versión original.
Si pensáis que las superseries consisten en realizar series de dos ejercicios seguidos sin descanso (de músculos antagonistas como, por ejemplo, el bíceps y el tríceps, los femorales y los cuádriceps, o el pecho y la espalda), es probable que tengáis más de 40 años o que os hayáis documentado muy bien.
Sin embargo, el concepto actual de superserie engloba la combinación de dos ejercicios en una serie larga sin descanso, independientemente de que trabajéis o no los músculos antagonistas. Resulta evidente que este método de entrenamiento es infalible, tanto si empleáis el sistema original como el actual.
Si pensáis que las superseries consisten en realizar series de dos ejercicios seguidos sin descanso (de músculos antagonistas como, por ejemplo, el bíceps y el tríceps, los femorales y los cuádriceps, o el pecho y la espalda), es probable que tengáis más de 40 años o que os hayáis documentado muy bien.
Sin embargo, el concepto actual de superserie engloba la combinación de dos ejercicios en una serie larga sin descanso, independientemente de que trabajéis o no los músculos antagonistas. Resulta evidente que este método de entrenamiento es infalible, tanto si empleáis el sistema original como el actual.
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