Hemos destacado que resulta casi imposible pensar en llegar a construir un cuerpo de proporciones impresionantes y músculos espectaculares sin contar con unos cimientos sólidos, porque es esa base la que determinará el desarrollo máximo que se pueda alcanzar.
Y cuando hablamos de los cimientos de un físico, lo hacemos intrínsecamente de los niveles de fuerza y de volumen corporal, dos cualidades que se obtienen mediante los ejercicios básicos y compuestos que son los verdaderos pilares de la corpulencia de un culturista.
Como es el caso del remo con barra al mentón.
He venido poniendo el acento en las bases que todo principiante debe tener presente desde sus primeros contactos con las pesas, para asegurar que en el futuro logra desarrollar un físico de proporciones destacadas.
Aunque parezca insistir mucho sobre el tema, lo cierto es que la mayoría de principiantes comete los mismos errores, es decir entrenar en exceso y elegir los ejercicios equivocados. Es frecuente que el exceso de entusiasmo les lleve a querer realizar una gran variedad de ejercicios y que compren las revistas de culturismo como fuente de inspiración, no sólo por admirar los músculos de los grandes campeones que ilustran sus páginas, sino con afán de aprender y beber en las fuentes de “los grandes”. Casi siempre verán que éstos realizan distintos ejercicios y algunos muy interesantes con poleas, máquinas, mancuernas, etcétera, de manera que antes de darse cuenta están tratando de imitarlos en el gimnasio.
Así a veces observo a chicos con un físico incipiente y sin ninguna masa muscular que realizan serie tras serie de movimientos como los cruces con cables, los curl de bíceps y todo tipo de extensiones de brazos y de elevaciones en polea, o movimientos con mancuernas pequeñas que no sirven más que para hacerles perder el tiempo, la energía y lo que es peor enterrar la ilusión, porque los progresos son exiguos o casi inexistentes y al cabo de un tiempo se cansarán y abandonarán.
Todos esos ejercicios son óptimos y válidos para alguien que ya ha adquirido una masa muscular respetable, pero nunca para un principiante. El culturista se ha comparado a menudo con un escultor que esculpe su propio cuerpo con la ayuda de las pesas. Pero, como es lógico cuando se trata de esculpir una pieza de gran envergadura lo primero que hace éste es formar el gran bloque de base que servirá para luego grabar sobre él los detalles y relieves que conformarán su obra de arte final. Salvando la analogía, todo culturista ha de hacer lo mismo, construir primero un gran bloque, léase volumen corporal, para más adelante darle forma, crear relieve y detalles musculares.
La construcción de los cimientos
El primer atributo que debe destacar en un culturista es el volumen muscular, porque sin un tamaño de los músculos muy por encima de la media no puede nadie considerarse como tal. Y para adquirir esa corpulencia física es necesario alimentarse muy bien y mover pesos importantes que afecten a los grandes grupos musculares, porque son estos los que permiten que se puedan ganar grandes cantidades de fuerza y de masa muscular.
En otras palabras, que existen dos tipos de ejercicios, los compuestos también denominados básicos, que son esos en los que intervienen varias articulaciones y por tanto distintos grupos musculares y los de aislamiento que son los que afectan a una única articulación. Como es evidente en los primeros se puede mover cargas muy importantes, dado que intervienen varios músculos, en cambio en los segundos el peso manejado es muy inferior, lo que significa que en el primer caso se gana mucha fuerza y en el segundo no.
Pero lo más relevante es que el crecimiento muscular que genera el primer tipo de movimientos es muy superior al del segundo, puesto que son muchos más músculos los que reciben ese impulso para hipertrofiarse. Por consiguiente, los principiantes deben limitarse casi en exclusiva a los ejercicios básicos hasta ganar la suficiente fuerza y volumen antes de incluir otros de tipo aislamiento. Y en ese contexto quiero destacar uno de los pilares de un físico poderoso: el remo el mentón.
El remo con barra al mentón, una maravilla para ensanchar el torso
Este es uno de esos ejercicios básicos y compuestos en los que intervienen varias articulaciones, hombros, codos y muñecas, y por tanto produce notables aumentos de la fuerza y del volumen muscular. Se considera esencial para proporcionar tamaño al torso, en especial a los hombros y los trapecios y forma parte de los movimientos de los levantadores de pesas olímpicos, ya que su acción constituye una parte esencial de la arrancada o del levantamiento a dos tiempos, la arrancada de potencia, la arrancada y press por encima de la cabeza, así como de la cargada.
La diferencia entre el remo al mentón realizado al estilo culturista y los otros ejercicios que realizan los levantadores y halterófilos, es que éste ha de hacerse con mayor control y usando menos la inercia para levantar el peso y más la fuerza muscular.
Los grandes culturistas y hombres fuertes de todos los tiempos han trabajado duro en este movimiento para realizarlo con pesos muy importantes y gracias a él han desarrollado una fuerza extrema, además de una enorme amplitud y grosor de hombros, cuello, trapecios, espalda superior y brazos.
Imaginad que si únicamente hicieseis este ejercicio, pero con mucho peso, conseguiríais desarrollar los hombros en su conjunto, los trapecios, los bíceps y antebrazos, la espalda central y las lumbares, así como de forma indirecta los abdominales y las piernas, porque durante su realización prácticamente todo el cuerpo se ve involucrado en un grado u otro.
El remo al mentón puede convertiros en ese culturista fuerte y grande en que lleváis soñando tanto tiempo. Dedicaos a él con entrega y tesón y muy pronto ganaréis una masa y fuerza impropias de un principiante.
Este es uno de esos ejercicios básicos y compuestos en los que intervienen varias articulaciones, hombros, codos y muñecas, y por tanto produce notables aumentos de la fuerza y del volumen muscular. Se considera esencial para proporcionar tamaño al torso, en especial a los hombros y los trapecios y forma parte de los movimientos de los levantadores de pesas olímpicos, ya que su acción constituye una parte esencial de la arrancada o del levantamiento a dos tiempos, la arrancada de potencia, la arrancada y press por encima de la cabeza, así como de la cargada.
La diferencia entre el remo al mentón realizado al estilo culturista y los otros ejercicios que realizan los levantadores y halterófilos, es que éste ha de hacerse con mayor control y usando menos la inercia para levantar el peso y más la fuerza muscular.
Los grandes culturistas y hombres fuertes de todos los tiempos han trabajado duro en este movimiento para realizarlo con pesos muy importantes y gracias a él han desarrollado una fuerza extrema, además de una enorme amplitud y grosor de hombros, cuello, trapecios, espalda superior y brazos.
Imaginad que si únicamente hicieseis este ejercicio, pero con mucho peso, conseguiríais desarrollar los hombros en su conjunto, los trapecios, los bíceps y antebrazos, la espalda central y las lumbares, así como de forma indirecta los abdominales y las piernas, porque durante su realización prácticamente todo el cuerpo se ve involucrado en un grado u otro.
El remo al mentón puede convertiros en ese culturista fuerte y grande en que lleváis soñando tanto tiempo. Dedicaos a él con entrega y tesón y muy pronto ganaréis una masa y fuerza impropias de un principiante.
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