Para la puesta en marcha del organismo es necesario que ocurran muchas reacciones bioquímicas a nivel celular. El conjunto de estas reacciones es definido como metabolismo. Básicamente el metabolismo esta dividido en dos partes que contiene objetivos y resultados opuestos, el Anabolismo y el Catabolismo. Las reacciones que acarrean el almacenamiento de energía y construcción de tejidos son conocidas generalmente como Anabolismo. En este proceso, las moléculas más complejas son sintetizadas a partir de moléculas menos complejas. Estas moléculas menos complejas reciben la denominación de sustratos.
Un ejemplo de este proceso anabólico reside en la síntesis de proteínas dentro del tejido muscular a partir de los aminoácidos, y en la formación de stocks de glucógeno por intermedio de la agrupación de moléculas de glucosa. Esto ocurre, por ejemplo, cuando tras una sesión de entrenamiento tenemos la ingestión adecuada de nutrientes, sobre todo carbohidratos y proteínas; donde los carbohidratos serán convertidos en glucosa y parte de esta almacenada como glucógeno, y las proteínas suministrarán los aminoácidos necesarios a la hipertrofia muscular.
El anabolismo demanda oferta de energía y sustratos necesarios para sus reacciones, siendo responsable por el crecimiento, regeneración y mantención de los diversos tejidos y órganos presentes en el organismo.
En un polo diametralmente opuesto tenemos el catabolismo, en el cual el organismo desmembrará moléculas más complejas para así obtener las moléculas más simples, y por intermedio de esto aumentar la disponibilidad de nutrientes al organismo. Un ejemplo de catabolismo, está en el proceso de digestión de los alimentos, donde el organismo realiza el “desmonte” de los nutrientes presentes en los alimentos, en moléculas más simples que serán posteriormente usadas por el metabolismo. Las proteínas presentes en una comida a base de carnes se desmembrarán en aminoácidos; y estos serán lanzados a la corriente sanguínea para sean utilizados por el organismo.
El catabolismo también ocurre cuando el organismo esta sin energía suficiente y busca obtener ésta por intermedio de la destrucción de sus propios tejidos y reservas, acarreando la liberación de aminoácidos y glucosa que serán convertidos en energía. Durante un entrenamiento para mantener la oferta de energía necesaria, el organismo estará utilizando este proceso.
Debido a esto, decimos que nadie esta “creciendo” o aumentando su performance durante una sesión de entrenamiento, ya que esa es esencialmente catabólica. La mejora vendrá en los períodos de descanso donde el organismo, en caso de tener la oferta adecuada de nutrientes, estará en un estado anabólico. Por ello es necesario tomar suplementos anti-catbólicos que ayuden a esta fase.
La importancia del anabolismo y el catabolismo
El anabolismo y el catabolismo acontecen alternadamente en el organismo, y para que contrastemos el resultado final de estas reacciones tendremos que analizar el balance metabólico. La diferencia entre la cantidad total de anabolismo y la de catabolismo en un periodo de tiempo determina el balance metabólico:
- En caso de que la cantidad de anabolismo haya sido más grande que la de catabolismo, tendremos un balance metabólico positivo.
- En caso de que la cantidad de catabolismo haya sido más grande que la de anabolismo, tendremos un balance metabólico negativo.
- En caso de que la cantidad de anabolismo haya sido igual a la de catabolismo, tendremos un balance metabólico nulo.
El catabolismo y anabolismo son regulados por el sistema hormonal, donde algunas hormonas específicas actúan como señalizadores y desencadenadores de estos estados metabólicos. De entre las principales hormonas catabólicas tenemos la adrenocorticotropina (ACTH) que ocasiona la secreción de las hormonas glucocorticoides, y de entre las cuales figura el tan conocido cortisol.
Las principales hormonas anabólicas son la hormona del crecimiento (HGH), la testosterona, la insulina y lo IGF-1.
Via: masmusculo
Un ejemplo de este proceso anabólico reside en la síntesis de proteínas dentro del tejido muscular a partir de los aminoácidos, y en la formación de stocks de glucógeno por intermedio de la agrupación de moléculas de glucosa. Esto ocurre, por ejemplo, cuando tras una sesión de entrenamiento tenemos la ingestión adecuada de nutrientes, sobre todo carbohidratos y proteínas; donde los carbohidratos serán convertidos en glucosa y parte de esta almacenada como glucógeno, y las proteínas suministrarán los aminoácidos necesarios a la hipertrofia muscular.
El anabolismo demanda oferta de energía y sustratos necesarios para sus reacciones, siendo responsable por el crecimiento, regeneración y mantención de los diversos tejidos y órganos presentes en el organismo.
En un polo diametralmente opuesto tenemos el catabolismo, en el cual el organismo desmembrará moléculas más complejas para así obtener las moléculas más simples, y por intermedio de esto aumentar la disponibilidad de nutrientes al organismo. Un ejemplo de catabolismo, está en el proceso de digestión de los alimentos, donde el organismo realiza el “desmonte” de los nutrientes presentes en los alimentos, en moléculas más simples que serán posteriormente usadas por el metabolismo. Las proteínas presentes en una comida a base de carnes se desmembrarán en aminoácidos; y estos serán lanzados a la corriente sanguínea para sean utilizados por el organismo.
El catabolismo también ocurre cuando el organismo esta sin energía suficiente y busca obtener ésta por intermedio de la destrucción de sus propios tejidos y reservas, acarreando la liberación de aminoácidos y glucosa que serán convertidos en energía. Durante un entrenamiento para mantener la oferta de energía necesaria, el organismo estará utilizando este proceso.
Debido a esto, decimos que nadie esta “creciendo” o aumentando su performance durante una sesión de entrenamiento, ya que esa es esencialmente catabólica. La mejora vendrá en los períodos de descanso donde el organismo, en caso de tener la oferta adecuada de nutrientes, estará en un estado anabólico. Por ello es necesario tomar suplementos anti-catbólicos que ayuden a esta fase.
La importancia del anabolismo y el catabolismo
El anabolismo y el catabolismo acontecen alternadamente en el organismo, y para que contrastemos el resultado final de estas reacciones tendremos que analizar el balance metabólico. La diferencia entre la cantidad total de anabolismo y la de catabolismo en un periodo de tiempo determina el balance metabólico:
- En caso de que la cantidad de anabolismo haya sido más grande que la de catabolismo, tendremos un balance metabólico positivo.
- En caso de que la cantidad de catabolismo haya sido más grande que la de anabolismo, tendremos un balance metabólico negativo.
- En caso de que la cantidad de anabolismo haya sido igual a la de catabolismo, tendremos un balance metabólico nulo.
El catabolismo y anabolismo son regulados por el sistema hormonal, donde algunas hormonas específicas actúan como señalizadores y desencadenadores de estos estados metabólicos. De entre las principales hormonas catabólicas tenemos la adrenocorticotropina (ACTH) que ocasiona la secreción de las hormonas glucocorticoides, y de entre las cuales figura el tan conocido cortisol.
Las principales hormonas anabólicas son la hormona del crecimiento (HGH), la testosterona, la insulina y lo IGF-1.
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