La congestión muscular es un proceso muy nombrado en planes de hipertrofia así como también, entre culturistas, sin embargo, muy pocos sabemos de qué se trata pero resulta de gran importancia si deseamos crecer con el entrenamiento.
La congestión muscular hace referencia a la acumulación de sangre en una determinada zona muscular que se está utilizando mientras alcanza en menor medida, otras partes del cuerpo. Así, hace referencia a un proceso de distribución sanguínea que tiene como finalidad, optimizar la respuesta de aquellos órganos que están activos.
Mientras trabajamos bíceps, es posible que éstos se hinchen progresivamente y al finalizar una gran serie de ejercicios, puede que los notemos tensos y enrojecidos debido a la congestión muscular.
Éste superior flujo sanguíneo en la zona utilizada permite una mayor llegada de oxígeno, así como de nutrientes y sustancias necesarias para el efectivo movimiento. Además, el torrente sanguíneo también es el encargado de llevarse los productos de desecho de dicha zona muscular, por lo tanto, en todo momento es un proceso benéfico para el músculo congestionado.
Si bien la congestión es un factor necesario para crecer, porque aporta los sustratos necesarios, no es imprescindible para la hipertrofia, ya que además de una concentración de sangre en la zona, debe existir un buen estímulo, una buena recuperación y una correcta alimentación que permitan el desarrollo muscular.
La congestión muscular es lo que cambia la apariencia de los músculos al volverlos más hinchados, efecto que puede prolongarse hasta 30 minutos después del entrenamiento y que garantiza una correcta nutrición y oxigenación muscular ante el entrenamiento intenso de dicha zona.
Para que la congestión sea posible, muchos culturistas hacen uso de superseries, series gigantes o entrenamiento piramidal que demanda gran esfuerzo de los músculos y por ende, redistribuye la sangre del cuerpo para concentrarla en la zona más afectada.
En todo proceso de crecimiento muscular, debe estar presente la congestión para nutrir, oxigenar y depurar a los músculos involucrados.
La congestión muscular hace referencia a la acumulación de sangre en una determinada zona muscular que se está utilizando mientras alcanza en menor medida, otras partes del cuerpo. Así, hace referencia a un proceso de distribución sanguínea que tiene como finalidad, optimizar la respuesta de aquellos órganos que están activos.
Mientras trabajamos bíceps, es posible que éstos se hinchen progresivamente y al finalizar una gran serie de ejercicios, puede que los notemos tensos y enrojecidos debido a la congestión muscular.
Éste superior flujo sanguíneo en la zona utilizada permite una mayor llegada de oxígeno, así como de nutrientes y sustancias necesarias para el efectivo movimiento. Además, el torrente sanguíneo también es el encargado de llevarse los productos de desecho de dicha zona muscular, por lo tanto, en todo momento es un proceso benéfico para el músculo congestionado.
Si bien la congestión es un factor necesario para crecer, porque aporta los sustratos necesarios, no es imprescindible para la hipertrofia, ya que además de una concentración de sangre en la zona, debe existir un buen estímulo, una buena recuperación y una correcta alimentación que permitan el desarrollo muscular.
La congestión muscular es lo que cambia la apariencia de los músculos al volverlos más hinchados, efecto que puede prolongarse hasta 30 minutos después del entrenamiento y que garantiza una correcta nutrición y oxigenación muscular ante el entrenamiento intenso de dicha zona.
Para que la congestión sea posible, muchos culturistas hacen uso de superseries, series gigantes o entrenamiento piramidal que demanda gran esfuerzo de los músculos y por ende, redistribuye la sangre del cuerpo para concentrarla en la zona más afectada.
En todo proceso de crecimiento muscular, debe estar presente la congestión para nutrir, oxigenar y depurar a los músculos involucrados.
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