Los comienzos
Larry Scott, La leyenda, nació el 12 de octubre de 1938 en Blackfott (Idaho, EE UU). Poco tiempo después su familia se trasladó a Pocatello, donde fue a la escuela y al Instituto. En su adolescencia era gimnasta, pero en la primavera del año en que cumplía 16 años comenzó su camino hacia la inmortalidad culturista. Cuando tiraba la basura vio una revista de culturismo antigua en cuya portada aparecía el culturista George Paine haciendo una pose de tríceps lateral. Larry, un adolescente de 16 años delgado, nunca había visto nada parecido. Para él esos tríceps colgaban como plátanos. Además tenían unas estriaciones profundas todo a lo largo.
A Larry le picó la curiosidad y empezó a ojear la revista. Había varias fotos de Paine haciendo ejercicios, que se suponía conseguían esos brazos increíbles. Larry decidió en aquél momento que necesitaba unos brazos como esos. Aunque no disponía de equipo de entrenamiento, sí tenía el eje de un tractor viejo.
Con este aparato casero realizó esos extraños ejercicios y consiguió su primera congestión. Se enganchó. Para cuando terminó el verano sus brazos habían crecido hasta 31 centímetros. Podía notar cómo crecía y este gran cambio le hizo entrenar más duro con el objetivo de lograr un cuerpo lo más musculoso posible.
Ahí voy, California
Después de entrenar como loco durante el verano Larry estaba ansioso por comenzar en el instituto. Entrenaba todos los días con tal entusiasmo que su cuerpo no podía seguir el ritmo. Ganaba confianza a diario y no tardeó en dejar el eje de tractor por las barras y las mancuernas del gimnasio YMCA local. Además, devoraba cada nuevo ejemplar de la revista Muscle Builder, de Joe Weider. Larry no sabe qué le cautivó de esta revista, si las fotografías, los artículos de entrenamiento o imaginarse en las soleadas playas de California sosteniendo en sus brazos a las mujeres más guapas del mundo.
No tardó en llegar a la conclusión de que para mejorar tenía que irse a California, pero no podía hacer las maletas y marcharse a la playa sin más; necesitaba algo más que el culturismo para ganarse la vida. Por extraño que parezca su problema se resolvió con un anuncio en el reverso de una caja de cerillas. Decía así: “Gana mucho dinero en el campo de la electrónica. Apúntate al California Air College y asegura tu futuro”. Para Larry importaba tanto el lugar de la escuela, Hollywood (California), como lo que estudiaría. Además, podía seguir con su formación y aprender todo lo posible de los mejores culturistas del momento. Después de convencer a sus padres, Larry se subió a un tren para llegar, 17 horas después, al Estado Dorado.
El aprendiz
Larry no tenía coche, pero podía ir a la escuela a pie y, lo que era más importante, estaba a sólo 1,5 kilómetros del Bert Goodrich’s Health Club, en Hollywood Boulevard. El Goodrich’s estaba lleno de culturistas de todas las formas y tamaños, pero quien llamó la atención de Larry fue Lou Degni. El pecho y la espalda de Lou le parecieron los más impresionantes que jamás había visto. Con una cintura de 73 centímetros, abdominales profundos y brazos de 48 centímetros, era en lo que Larry quería convertirse.
A pesar de ser nuevo en la ciudad y pesar 68 kilos, el progreso de Larry llamó la atención de Degni y acabaron siendo compañeros de entrenamiento. Por desgracia, a Lou le ofrecieron un papel en una película italiana poco después y tuvo que irse. Entonces Larry cambió de gimnasio y se fue al Vince’s Gym, en San Fernando Valley.
El gurú de los hierros
“Vince me enseñó a posar entre poses. Me decía: ‘Lo que haces entre las poses es más importante que la propia pose’, y tenía razón. En esto Vince era estupendo”; este es el comentario de Larry sobre cómo Vince Gironda le ayudó a mejorar su presentación.
El gimnasio de Vince Gironda había ganado reputación en los años cincuenta y sesenta por entrenar a varios campeones. Además, allí enviaban los agentes a sus actores a ponerse en forma para alguna película. Aunque Vince tenía un carácter algo difícil, nadie ponía en duda que era el que más sabía sobre entrenamiento y nutrición.
A pesar de que Larry no era uno de los culturistas afortunados que poseen un material genético perfecto para este deporte, a Vince le cayó bien y le ayudó a mejorar su entrenamiento y alimentación. Hasta aquél momento la nutrición era algo secundario para Larry. Sin embargo, bajo la tutela de Vince, Larry comenzó a comprender la importancia de la alimentación en el éxito culturista. Además, se tomó en serio la suplementación con proteína por primera vez.
A la batalla
Después de varios años entrenando bajo la supervisión de Vince, Larry creyó que estaba preparado para participar en los principales concursos de California. Había ganado el Mr. Idaho en 1959, pero sabía que las competiciones en California eran otra cosa. Sin embargo, fue tercero en el Mr. Los Angeles de 1960 y ganó el Mr. California ese mismo año. En 1961 Larry consiguió el Mr. Pacific Coast y después el Mr. America. Su carrera de victorias continuó los dos años siguientes, pues venció en los pesos medios en el Mr. Universo de 1963 y se llevó el título absoluto del Mr. Universo en 1964. En sólo cinco años Larry pasó de ser un campeón en el ámbito estatal, a conseguir el que era en aquél momento el mayor premio del culturismo.
El Mr. Olympia
“Cuando estaba allí de pie me acordaba de los amigos que me decían que no triunfaría en el culturismo, que era demasiado pequeño, que probara con otra cosa. Parecía tan lejano todo eso. Mi físico había cambiado mucho en 11 años y ya no era aquél muchacho de 55 kilos de Pocatello. En ese momento lucía más de 90 kilos de músculo duro. Mis brazos eran más grandes que las piernas de la mayoría de hombres. Estaba preparado para mi mayor triunfo”, Larry Scott hace este comentario justo antes de ganar su primer Mr. Olympia en 1965.
En los cincuenta y sesenta varias organizaciones celebraban competiciones Mr. America y Mr. Universo, pero en 1965 el editor Joe Weider decidió celebrar una competición que determinara cuál era el mejor culturista en vida. Para participar, los culturistas tenían que poseer un título importante. Weider lo llamó Mr. Olympia y la primera edición se celebró en la Academia de Música de Brooklyn. Dos de los atletas más importantes de la época, Harold Poole y Earl Maynard, se presentaron en gran forma, pero no pudieron impedir que Larry entrara en la historia al ganar esta competición. Y demostró que no había sido una victoria efímera cuando ganó también al año siguiente. Larry recibió 1.000 dólares (unos 750 euros) y el trofeo, que en aquella época era una corona.
El interés de Hollywood
No es de extrañar que alguien con el físico increíble de Larry tuviera ofertas de sesiones fotográficas y películas. Incluso antes de que consiguiera el Mr. Olympia tuvo un papel pequeño en la película Muscle Beach Party de 1964, que protagonizaban Frankie Avalon y Annette Funichello. Larry hacía de Rock, un culturista que formaba parte de la banda de Jack Fanny (Don Rickles).
Además, Larry fue uno de los primeros culturistas que hicieron de modelo a principios de los sesenta. Sus fotografías, tomadas por Pat Milo, son consideradas hoy en día obras de arte. De hecho, Milo fue quien presentó a Larry al gran público y le ayudó a aumentar su presencia en los medios de comunicación.
Una emotiva despedida
“Recuerdo que me miré al espejo a las dos de la madrugada en la habitación del hotel St. Georges en el que me alojaba y pensé: ‘Esto es todo’, pero seguía siendo el mismo muchacho. Pensé que quizá tenía que ganar el Mr. Universo y después ya lo dejaría. Gané ese Mr. Universo y el Mr. Olympia y pensé: ‘¿Qué haces aquí?, ¿seguirás así siempre?’ Tengo que continuar con mi vida”, comentó Larry después de ganar su segundo Mr. Olympia.
Desde 1960 hasta su retirada después del Mr. Olympia de 1966 Larry Scott fue la estrella del culturismo. Muchas revistas intentaban apropiarse de su imagen, pero para los artículos Larry prefería las publicaciones de Weider. Sin embargo, cuando parecía que el nuevo rey de este deporte comenzaba un largo reinado, hizo lo impredecible: se retiró.
Al contrario que muchos otros Mr. Olympia, que han intentado conseguir el título tantas veces como fuera posible, Larry se conformó con conseguirlo dos veces. Además, comprendió que ganar trofeos y vanagloria no pagaba las facturas y poco después de retirarse se embarcó en varios negocios, como la fabricación de equipos de entrenamiento, suplementos y programas informáticos que personalizan las rutinas.
Sigue siendo una leyenda
A pesar de la popularidad de culturistas como Arnold, Lou Ferrigno, Lee Haney y Frank Zane, los secretos de entrenamiento de Larry siguieron interesando al público en los setenta y los ochenta. Por su experiencia contribuyó en gran medida al mundo editorial del culturismo. En 1991 su libro Loaded guns fue un bestseller y dio a conocer a Larry entre una nueva generación de culturistas. En 1999 Larry entró en el Paseo de la Fama de Joe Weider.
Larry Scott: El entrenamiento de un campeón
Muchos recuerdan a Larry Scott por poseer dos de los mejores brazos de la historia del culturismo. En concreto, tenía unos bíceps muy largos que le permitían conseguir un gran desarrollo y forma. Larry atribuía esa forma amelonada al curl de predicador y, de hecho, un ejercicio similar recibió su nombre, el curl Scott. Este movimiento se propagó como la pólvora cuando Larry le dio prioridad en su rutina.
El entrenamiento de bíceps de Larry constaba de muchas triseries en el curl de predicador, que supone hacer tres ejercicios seguidos sin descanso. Además, hacía muchas parciales para los brazos al final de cada serie.
Hombros espectaculares
Además de unos brazos muy desarrollados, Larry tenía unos buenos hombros. Y tiene mucho mérito si tenemos en cuenta que Larry tenía una estructura de hombros estrecha. No tardó en descubrir que necesitaba ganar músculo en los hombros para equilibrar su físico. Lo consiguió trabajando los deltoides dos o tres veces por semana con todos los ejercicios que conocía, que básicamente eran con mancuernas y barras. También hizo series recorriendo el mancuernero (en descenso) y series descendentes (quitando discos al terminar cada serie con barra) y al final hacía repeticiones parciales.
Sus dos ejercicios de hombros preferidos eran las elevaciones laterales con mancuernas y el press con mancuernas.
Historial de competición de Larry Scott
1º en el Mr. Idaho de 1959
1º en el Mr. California de la AAU en 1960
1º y más muscular en el Mr. California de la AAU en 1960
3º y más muscular en el Mr. Los Angeles de la AAU en 1960
3º en el Mr. Los Angeles de la AAU en 1960
1º y más muscular en el Mr. Pacific Coast de la AAU en 1961
1º en el Mr. Pacific Coast de la AAU en 1961
Título absoluto y 2º en la talla media en el Mr. America en 1962
1º en la talla media en el Mr. Universo en 1963
Título absoluto y 1º en la talla media del Mr. Universo en 1964
1º en el Mr. Olympia de 1965
1º en el Mr. Olympia de 1966
9º en el Canada Diamond Pro Cup de 1979
No se clasificó en el Grand Prix Vancouver de 1979.
Rutina de bíceps de Larry
Ejercicio Series Repeticiones
Curl de predicador con mancuernas 3-4 6+4 5 parciales
Curl de predicador con barra recta 3-4 6+4 5 parciales
Curl de predicador con barra EZ inversa* 3-4 6+4 5 parciales
* Larry también hacía este ejercicio de pie.
Rutina de hombros de Larry
Ejercicio Series Repeticiones
Elevaciones laterales con mancuernas 5-6 8-10
Press con mancuernas (series descendentes) 5-6 8-10
Elevaciones frontales con mancuernas 5-6 8-10
Remo al mentón 5-6 8-10
Larry Scott, La leyenda, nació el 12 de octubre de 1938 en Blackfott (Idaho, EE UU). Poco tiempo después su familia se trasladó a Pocatello, donde fue a la escuela y al Instituto. En su adolescencia era gimnasta, pero en la primavera del año en que cumplía 16 años comenzó su camino hacia la inmortalidad culturista. Cuando tiraba la basura vio una revista de culturismo antigua en cuya portada aparecía el culturista George Paine haciendo una pose de tríceps lateral. Larry, un adolescente de 16 años delgado, nunca había visto nada parecido. Para él esos tríceps colgaban como plátanos. Además tenían unas estriaciones profundas todo a lo largo.
A Larry le picó la curiosidad y empezó a ojear la revista. Había varias fotos de Paine haciendo ejercicios, que se suponía conseguían esos brazos increíbles. Larry decidió en aquél momento que necesitaba unos brazos como esos. Aunque no disponía de equipo de entrenamiento, sí tenía el eje de un tractor viejo.
Con este aparato casero realizó esos extraños ejercicios y consiguió su primera congestión. Se enganchó. Para cuando terminó el verano sus brazos habían crecido hasta 31 centímetros. Podía notar cómo crecía y este gran cambio le hizo entrenar más duro con el objetivo de lograr un cuerpo lo más musculoso posible.
Ahí voy, California
Después de entrenar como loco durante el verano Larry estaba ansioso por comenzar en el instituto. Entrenaba todos los días con tal entusiasmo que su cuerpo no podía seguir el ritmo. Ganaba confianza a diario y no tardeó en dejar el eje de tractor por las barras y las mancuernas del gimnasio YMCA local. Además, devoraba cada nuevo ejemplar de la revista Muscle Builder, de Joe Weider. Larry no sabe qué le cautivó de esta revista, si las fotografías, los artículos de entrenamiento o imaginarse en las soleadas playas de California sosteniendo en sus brazos a las mujeres más guapas del mundo.
No tardó en llegar a la conclusión de que para mejorar tenía que irse a California, pero no podía hacer las maletas y marcharse a la playa sin más; necesitaba algo más que el culturismo para ganarse la vida. Por extraño que parezca su problema se resolvió con un anuncio en el reverso de una caja de cerillas. Decía así: “Gana mucho dinero en el campo de la electrónica. Apúntate al California Air College y asegura tu futuro”. Para Larry importaba tanto el lugar de la escuela, Hollywood (California), como lo que estudiaría. Además, podía seguir con su formación y aprender todo lo posible de los mejores culturistas del momento. Después de convencer a sus padres, Larry se subió a un tren para llegar, 17 horas después, al Estado Dorado.
El aprendiz
Larry no tenía coche, pero podía ir a la escuela a pie y, lo que era más importante, estaba a sólo 1,5 kilómetros del Bert Goodrich’s Health Club, en Hollywood Boulevard. El Goodrich’s estaba lleno de culturistas de todas las formas y tamaños, pero quien llamó la atención de Larry fue Lou Degni. El pecho y la espalda de Lou le parecieron los más impresionantes que jamás había visto. Con una cintura de 73 centímetros, abdominales profundos y brazos de 48 centímetros, era en lo que Larry quería convertirse.
A pesar de ser nuevo en la ciudad y pesar 68 kilos, el progreso de Larry llamó la atención de Degni y acabaron siendo compañeros de entrenamiento. Por desgracia, a Lou le ofrecieron un papel en una película italiana poco después y tuvo que irse. Entonces Larry cambió de gimnasio y se fue al Vince’s Gym, en San Fernando Valley.
El gurú de los hierros
“Vince me enseñó a posar entre poses. Me decía: ‘Lo que haces entre las poses es más importante que la propia pose’, y tenía razón. En esto Vince era estupendo”; este es el comentario de Larry sobre cómo Vince Gironda le ayudó a mejorar su presentación.
El gimnasio de Vince Gironda había ganado reputación en los años cincuenta y sesenta por entrenar a varios campeones. Además, allí enviaban los agentes a sus actores a ponerse en forma para alguna película. Aunque Vince tenía un carácter algo difícil, nadie ponía en duda que era el que más sabía sobre entrenamiento y nutrición.
A pesar de que Larry no era uno de los culturistas afortunados que poseen un material genético perfecto para este deporte, a Vince le cayó bien y le ayudó a mejorar su entrenamiento y alimentación. Hasta aquél momento la nutrición era algo secundario para Larry. Sin embargo, bajo la tutela de Vince, Larry comenzó a comprender la importancia de la alimentación en el éxito culturista. Además, se tomó en serio la suplementación con proteína por primera vez.
A la batalla
Después de varios años entrenando bajo la supervisión de Vince, Larry creyó que estaba preparado para participar en los principales concursos de California. Había ganado el Mr. Idaho en 1959, pero sabía que las competiciones en California eran otra cosa. Sin embargo, fue tercero en el Mr. Los Angeles de 1960 y ganó el Mr. California ese mismo año. En 1961 Larry consiguió el Mr. Pacific Coast y después el Mr. America. Su carrera de victorias continuó los dos años siguientes, pues venció en los pesos medios en el Mr. Universo de 1963 y se llevó el título absoluto del Mr. Universo en 1964. En sólo cinco años Larry pasó de ser un campeón en el ámbito estatal, a conseguir el que era en aquél momento el mayor premio del culturismo.
El Mr. Olympia
“Cuando estaba allí de pie me acordaba de los amigos que me decían que no triunfaría en el culturismo, que era demasiado pequeño, que probara con otra cosa. Parecía tan lejano todo eso. Mi físico había cambiado mucho en 11 años y ya no era aquél muchacho de 55 kilos de Pocatello. En ese momento lucía más de 90 kilos de músculo duro. Mis brazos eran más grandes que las piernas de la mayoría de hombres. Estaba preparado para mi mayor triunfo”, Larry Scott hace este comentario justo antes de ganar su primer Mr. Olympia en 1965.
En los cincuenta y sesenta varias organizaciones celebraban competiciones Mr. America y Mr. Universo, pero en 1965 el editor Joe Weider decidió celebrar una competición que determinara cuál era el mejor culturista en vida. Para participar, los culturistas tenían que poseer un título importante. Weider lo llamó Mr. Olympia y la primera edición se celebró en la Academia de Música de Brooklyn. Dos de los atletas más importantes de la época, Harold Poole y Earl Maynard, se presentaron en gran forma, pero no pudieron impedir que Larry entrara en la historia al ganar esta competición. Y demostró que no había sido una victoria efímera cuando ganó también al año siguiente. Larry recibió 1.000 dólares (unos 750 euros) y el trofeo, que en aquella época era una corona.
El interés de Hollywood
No es de extrañar que alguien con el físico increíble de Larry tuviera ofertas de sesiones fotográficas y películas. Incluso antes de que consiguiera el Mr. Olympia tuvo un papel pequeño en la película Muscle Beach Party de 1964, que protagonizaban Frankie Avalon y Annette Funichello. Larry hacía de Rock, un culturista que formaba parte de la banda de Jack Fanny (Don Rickles).
Además, Larry fue uno de los primeros culturistas que hicieron de modelo a principios de los sesenta. Sus fotografías, tomadas por Pat Milo, son consideradas hoy en día obras de arte. De hecho, Milo fue quien presentó a Larry al gran público y le ayudó a aumentar su presencia en los medios de comunicación.
Una emotiva despedida
“Recuerdo que me miré al espejo a las dos de la madrugada en la habitación del hotel St. Georges en el que me alojaba y pensé: ‘Esto es todo’, pero seguía siendo el mismo muchacho. Pensé que quizá tenía que ganar el Mr. Universo y después ya lo dejaría. Gané ese Mr. Universo y el Mr. Olympia y pensé: ‘¿Qué haces aquí?, ¿seguirás así siempre?’ Tengo que continuar con mi vida”, comentó Larry después de ganar su segundo Mr. Olympia.
Desde 1960 hasta su retirada después del Mr. Olympia de 1966 Larry Scott fue la estrella del culturismo. Muchas revistas intentaban apropiarse de su imagen, pero para los artículos Larry prefería las publicaciones de Weider. Sin embargo, cuando parecía que el nuevo rey de este deporte comenzaba un largo reinado, hizo lo impredecible: se retiró.
Al contrario que muchos otros Mr. Olympia, que han intentado conseguir el título tantas veces como fuera posible, Larry se conformó con conseguirlo dos veces. Además, comprendió que ganar trofeos y vanagloria no pagaba las facturas y poco después de retirarse se embarcó en varios negocios, como la fabricación de equipos de entrenamiento, suplementos y programas informáticos que personalizan las rutinas.
Sigue siendo una leyenda
A pesar de la popularidad de culturistas como Arnold, Lou Ferrigno, Lee Haney y Frank Zane, los secretos de entrenamiento de Larry siguieron interesando al público en los setenta y los ochenta. Por su experiencia contribuyó en gran medida al mundo editorial del culturismo. En 1991 su libro Loaded guns fue un bestseller y dio a conocer a Larry entre una nueva generación de culturistas. En 1999 Larry entró en el Paseo de la Fama de Joe Weider.
Larry Scott: El entrenamiento de un campeón
Muchos recuerdan a Larry Scott por poseer dos de los mejores brazos de la historia del culturismo. En concreto, tenía unos bíceps muy largos que le permitían conseguir un gran desarrollo y forma. Larry atribuía esa forma amelonada al curl de predicador y, de hecho, un ejercicio similar recibió su nombre, el curl Scott. Este movimiento se propagó como la pólvora cuando Larry le dio prioridad en su rutina.
El entrenamiento de bíceps de Larry constaba de muchas triseries en el curl de predicador, que supone hacer tres ejercicios seguidos sin descanso. Además, hacía muchas parciales para los brazos al final de cada serie.
Hombros espectaculares
Además de unos brazos muy desarrollados, Larry tenía unos buenos hombros. Y tiene mucho mérito si tenemos en cuenta que Larry tenía una estructura de hombros estrecha. No tardó en descubrir que necesitaba ganar músculo en los hombros para equilibrar su físico. Lo consiguió trabajando los deltoides dos o tres veces por semana con todos los ejercicios que conocía, que básicamente eran con mancuernas y barras. También hizo series recorriendo el mancuernero (en descenso) y series descendentes (quitando discos al terminar cada serie con barra) y al final hacía repeticiones parciales.
Sus dos ejercicios de hombros preferidos eran las elevaciones laterales con mancuernas y el press con mancuernas.
Historial de competición de Larry Scott
1º en el Mr. Idaho de 1959
1º en el Mr. California de la AAU en 1960
1º y más muscular en el Mr. California de la AAU en 1960
3º y más muscular en el Mr. Los Angeles de la AAU en 1960
3º en el Mr. Los Angeles de la AAU en 1960
1º y más muscular en el Mr. Pacific Coast de la AAU en 1961
1º en el Mr. Pacific Coast de la AAU en 1961
Título absoluto y 2º en la talla media en el Mr. America en 1962
1º en la talla media en el Mr. Universo en 1963
Título absoluto y 1º en la talla media del Mr. Universo en 1964
1º en el Mr. Olympia de 1965
1º en el Mr. Olympia de 1966
9º en el Canada Diamond Pro Cup de 1979
No se clasificó en el Grand Prix Vancouver de 1979.
Rutina de bíceps de Larry
Ejercicio Series Repeticiones
Curl de predicador con mancuernas 3-4 6+4 5 parciales
Curl de predicador con barra recta 3-4 6+4 5 parciales
Curl de predicador con barra EZ inversa* 3-4 6+4 5 parciales
* Larry también hacía este ejercicio de pie.
Rutina de hombros de Larry
Ejercicio Series Repeticiones
Elevaciones laterales con mancuernas 5-6 8-10
Press con mancuernas (series descendentes) 5-6 8-10
Elevaciones frontales con mancuernas 5-6 8-10
Remo al mentón 5-6 8-10
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