Los investigadores probaron la teoría del aislamiento trabajando con 30 culturistas aficionados con experiencia de 7 años; para desarrollar los experimentos conectaron electrodos a los músculos de los deltoides, tríceps, y pectoral, para medir la actividad muscular durante el entrenamiento, recordando que en otro experimento anterior se comparó el ejercicio del press con el peck-deck sin conectar electrodos a los tríceps.
Los voluntarios que participaron en la prueba realizaron series de 10 repeticiones, con peso suficiente para hacer imposible la realización de una 11ª repetición; los voluntarios tuvieron que levantar más peso en el peck-deck que en el press (71 kg versus 66 kg) y a pesar de la diferencia de la carga, el nivel de actividad en los músculos del pectoral y del deltoides fue el mismo para ambos ejercicios.
Cuando los voluntarios realizaron el press en banca, la ativación muscular fue hasta un poco más elevada, pero las diferencias no fueron significativas; sin embargo, hubo una diferencia clara en la actividad de los tríceps y esto no sorprendió a nadie, porque los ejercicios de peck-deck no trabaja los tríceps.
Los investigadores concluyeron que sus descubrimientos van en contra de la teoría de que se estimula más y mejor los músculos individuales con ejercicios de aislamiento que realizando ejercicios complejos que usan varios grupos musculares; pero específicamente apuntan que si se desea desarrollar buenos pectorales se puede alternar tanto el press de banca como el peck-deck.
La tesis no excluye la posibilidad de que exista atletas que consigan aislar mejor los músculos pectorales en el peck-deck, pero sugieren que este tema merece ser más investigado para obtener un diseño eficiente para cada objetivo personal.
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