FISICOCULTURISMO TOTAL

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6 de marzo de 2009

Esteroides anabolicos ¿Quién debe usarlos?

Antes de empezar, permitidme aclarar que, pese a que considero el culturismo natural la mejor alternativa para la mayoría, reconozco que los esteroides pueden constituir una herramienta muy útil en el entrenamiento para otras personas. El problema surge cuando gran parte de las personas que cosumen estas sustancias no las necesitan o no deberían utilizarlas. En mi opinión, no se han ganado el derecho o se perjudican a ellas mismas o a los demás con esta práctica.

¿Quién soy yo para hacer tales afirmaciones? Llevo en el mundo del culturismo menos de siete años, pero en este tiempo he presenciado más de 200 competiciones, desde pequeños concursos locales hasta ediciones del Olympia o del Arnold Classic. He conocido a miles de culturistas, naturales y no naturales, profesionales y amateurs, principiantes y veteranos. Esta experiencia me ha permitido contemplar la cuestión de los esteroides desde una perspectiva que la mayoría de las personas no alcanza a ver. Los culturistas naturales militantes y vehementes me odiarán por tener la audacia de decir que una persona debería utilizar esteroides, del mismo modo que se enfurecerán los consumidores de esteroides que entran dentro del grupo de los que, a mi juicio, no deberían utilizar este tipo de fármacos. Recordad que tan sólo se trata de mis puntos de vista, aunque creo que muchos de vosotros verá bastante verdad en ellos. Empecemos por los grupos de personas que no deberían utilizar esteroides.

Adolescentes y principiantes

He conocido a muchos jóvenes que se introducen en el mundo de los esteroides a una edad temprana —entre los 14 y los 18 años— a fin de competir en la categoría júnior en un concurso de culturismo. De las decenas de nombres que me rondan por la cabeza, sólo unos pocos siguen siendo culturistas en activo. Las razones son variadas. Muchos se desilusionan o pierden el interés por este deporte. Algunos se ven envueltos en problemas con la ley o forman una familia muy jóvenes y deben hacer frente a las consecuencias. La mayoría de ellos se queman porque se inician en un deporte que exige una dedicación absoluta y una disciplina férrea en un momento en el que su capacidad de concentración es limitada y experimentan con otras actividades, modos de vida e identidades. Transcurrido un tiempo, no suelen disponer de los recursos económicos necesarios para seguir adquiriendo los fármacos. Lo más triste es que la adolescencia es una etapa en la que los chicos rebosan testosterona y hormona del crecimiento endógenas. Es el momento ideal para asentar unos cimientos físicos de manera natural. Si bien es posible que penséis en unos cuantos profesionales que parecen tener éxito a pesar de estar utilizando esteroides desde la pubertad, podría hablaros de varios centenares de jóvenes que no han conseguido nada con esta experiencia.

En algunas ocasiones, los principiantes empiezan a tomar esteroides al mismo tiempo que comienzan a entrenarse, lo cual es nefasto por dos motivos. En primer lugar, reduce el potencial muscular unos 10 kilos. Sin una base natural sólida, los esteroides sólo proporcionan una cantidad de masa limitada. Aquellos que esperan hasta lograr un tamaño considerable por la vía natural casi siempre superan a los que se han entrenado con la ayuda de los esteroides desde el principio. Un ojo educado suele advertir la diferencia. El segundo motivo por el que un principiante no debería utilizar esteroides es que su consumo prematuro conducirá a una dependencia total de los fármacos para entrenarse y progresar. Los recién iniciados en el culturismo que consumen esteroides llegan incluso a no entrenarse cuando no se encuentran en un ciclo. Suelen ser los que entran y salen del gimnasio y regresan después de una temporada con un aspecto que sugiere que nunca han tocado un peso. Cuando oigáis decir de alguien que es todo fármacos, podéis apostar a que se trata de uno de ellos. Sin los esteroides, dejan de ser culturistas.

Culturistas ocasionales

El culturismo exige grandes dosis de dedicación e incluso obsesión si se desea desarrollar un físico excepcional. Sin embargo, algunas personas desean el cuerpo de un culturista sin esforzarse. No quieren entrenarse con intensidad, comer cada dos horas ni tomar toneladas de suplementos. Demasiados problemas. Para mí, es como querer jugar al golf como Tiger Woods sin dedicar el tiempo necesario a la práctica. Así, para remediar su pereza, recurren a los esteroides. Estos culturistas son fáciles de identificar, ya que, por lo general, sólo entrenan el pecho y los brazos los músculos de los clubes nocturnos-—. Podéis justificar el uso que hacen de los esteroides los atletas de élite para mejorar su físico o su rendimiento, pero estos diletantes constituyen un insulto para los auténticos culturistas. Curiosamente, los culturistas naturales más esforzados presentan mejor aspecto que los que recurren a los esteroides y se entretienen levantando peso. En la mayoría de los casos, la constancia y la perserverancia permiten que la tortuga adelante a las liebres perezosas.

Los resentidos

Este adjetivo no hace referencia únicamente a los tipos hostiles y belicosos que buscan pelea cuando presentan un nivel de testosterona suprafisiológico. Incluye a cualquiera que desee demostrar algo mediante el aumento del tamaño de sus músculos, a quienes se entrenan pensando "ya les enseñaré". Creen que cuando aumenten de tamaño, obtendrán respeto, el amor de las mujeres que los rechazan y el temor de los matones que los aterrorizan. Estas personas acaban con un sentimiento de enfado y amargura porque dependen de un cuerpo mayor para que su vida sea mejor. Lamento decirlo, pero las cosas no siempre son así. Y, bajo esa armadura musculosa, siguen siendo las mismas personas inseguras, asustadas y tristes. Debo confesar que esa era mi actitud cuando, siendo un adolescente, empecé a entrenarme, pero, como no llegué a utilizar esteroides, fui consciente de la verdad cuando, al cabo de muchos años, llegó aquel físico mayor.

No quería ser un adolescente de 100 kilos que había sido un marginado de 55 los dos años anteriores. En estos casos, se tratará de un chico con un grave problema de actitud que podría rayar en la psicosis. Cuando ese joven descubra que los músculos grandes no garantizan el respeto, las chicas y el temor, se sentirá frustrado. Y nunca se sabe cómo expresará una persona esa frustración, si empleando la violencia contra sí o contra los demás o cayendo en el alcoholismo o en las drogas. ¿Imposible? Ojalá no hubiera visto que le ocurriera a nadie, pero no es así.

Genética deplorable

Naturalmente, si las personas que pudieran tomar esteroides fueran las que poseen una genética perfecta para el culturismo, los beneficios que genera el trapicheo de estas sustancias se evaporaría y los traficantes deberían buscarse otro empleo. Algunos de los culturistas que utilizan esteroides están dotados de una genética tan lamentable que no pueden desarrollar
un físico decente por mucho que se entrenen o por muchos fármacos que tomen. ¿Queréis un ejemplo? Acudid a las competiciones menores y observad a los principiantes. Veréis a culturistas recortados de 100 kilos con brazos de 38 centímetros y gemelos de 30. Veréis cinturas más anchas que los hombros. Veréis pechos planos, dorsales que se insertan justo bajo los omoplatos, piernas sin curva en la parte exterior y articulaciones tan grandes que, comparados con ellas, los músculos se pierden. El culturismo es un deporte en el que una dotación genética favorable permite que un perezoso destaque del mismo modo que una dotación poco apropiada puede impedir que un culturista trabajador y abusador de esteroides llegue a clasificarse siquiera en la categoría de principiantes. Pero olvidémonos de los campeonatos por un instante. De todos modos, la mayoría de los culturistas no compite. Digamos que sólo utilizáis los esteroides para tener un buen aspecto. Entonces, ¿por qué gastar tanto dinero y poner en peligro vuestra salud por ser enormes y tener un aspecto espantoso cuando podéis lucir con menos tamaño el mismo aspecto espantoso gratis y completamente sanos? Para ver gente así, no tenéis más que asistir al Olympia o al Arnold Classic. Allí estarán, pavoneándose con el rostro rojo e hinchado y cubriendo su cuerpo desagradable con una sudadera gigantesca.

En un campeonato natural en el que estuve trabajando hace tres años, uno de los competidores se acercó para preguntarme por la hormona del crecimiento y sus efectos. Este hombre escuálido —un peso ligero de 1,70 metros— llevaba entrenándose y compitiendo 15 años y no parecía un culturista ni con ropa ni sin ella. Las únicas clasificaciones que había conseguido se habían debido a una falta de quorum en su categoría —no había suficientes competidores como para impedir su participación—. Lo último que sé de él es que se ha gastado 10.000 dólares en un tratamiento de seis semanas, dinero que habría podido invertir mejor en un psiquiatra.

Los modelos

No puedo dejar de preocuparme cuando veo agentes de policía o profesores norteamericanos utilizar esteroides. Lo siento si ofendo a personas que velan por el cumplimiento de la ley, pero, ¿qué sentido tiene que un policía detenga a una persona por posesión de marihuana cuando su sangre está cargada de testosterona, Deca-Durabolin, Anadrol y quizá GH? Sí, ya sé que ellos no hacen las leyes; sólo se encargan de que se respeten. Pero he visto a algunos de ellos explicar a los niños que deben decir no a las drogas. Se refieren a las de la calle porque ellos no desean abandonar los esteroides y perder tamaño y fuerza.

Las personas muy pobres

Decir que los pobres no deberían utilizar esteroides podría parecer elitista, pero ahora os digo por qué. Los esteroides son muy caros y, además, causan una gran dependencia psicológica. Si un joven de una zona marginal logra reunir los dólares necesarios para el primer ciclo, después no podrá detenerse. ¿De dónde obtendrá el dinero para comprar más? Deberá traficar con esteroides, vender su cuerpo o cometer algún delito. Las peores situaciones que he presenciado han sido las de jóvenes desposeídos con una familia a la que mantener que no han considerado las necesidades de sus hijos y los han sumergido en una pobreza aún mayor porque necesitaban el dinero para adquirir esteroides y convertirse en profesionales. Estas personas son también las más propensas a pensar que el carné profesional trae consigo algún tipo de ingreso o contrato. No garantiza nada de eso. A menos que se posea un contrato sustancioso o se venza en todas la competiciones profesionales, en el culturismo se invierte más dinero del que se obtiene.

Los culturistas naturales que han decidido competir sólo en eventos naturales

Algunos culturistas naturales justifican su derecho a hacer trampa alegando que poseen una genética inferior o que llevan muchos años en este deporte sin haber logrado ningún título. Supongo que no es preciso decirlo, pero si debéis utilizar fármacos para derrotar a los culturistas naturales, retiraos.

¿Por qué debería utilizar esteroides?

He descrito los diferentes grupos de personas que, en mi opinión, no deberían utilizar esteroides. ¿Quién, según yo, puede usarlos si así lo decide? No olvidéis que estas sustancias son ilegales —e inmorales a los ojos de muchas personas—, pero sigo creyendo que hay dos tipos de personas que tienen derecho a utilizar esteroides anabólicos.

Los atletas de élite

En casi todos los deportes, los esteroides son necesarios para que el atleta sea competitivo. En el culturismo en concreto, si una persona logra ingresar en las filas profesionales sin haber utilizado estas sustancias, será derrotado en el escenario por quienes las hayan tomado. Ahora priman el tamaño sobrehumano, los cortes, las estilaciones y la vascularidad. Un hombre de altura media —1,75— debe pesar en una competición profesional entre 100 y 110 kilos y poseer un 2 por ciento de grasa corporal. Sin los esteroides, este objetivo es absolutamente inalcanzable. Si este es el modo en que una persona se gana la vida, los esteroides se convierten en una necesidad.

Los adultos responsables de nivel avanzado

Si una persona madura y responsable ha dedicado siete años de su vida a este deporte y se ha acercado tanto a su potencial que los avances son esporádicos e inapreciables a pesar de llevar a cabo entrenamientos intensos, descansar lo suficiente y seguir una dieta impecable, no veo el inconveniente en que utilice dosis moderadas de esteroides de vez en cuando para estimular los progresos. Mientras la familia, la carrera y la personalidad no se vean afectadas, no debería sufrir los problemas con que se enfrentan las personas de los grupos que hemos mencionado anteriormente.

Así que está mal que los primeros grupos utilicen esteroides y bien que lo hagan los dos últimos? El bien y el mal son valores subjetivos. Las culturas tienen valores, tradiciones y normas diferentes. Mi cultura es el culturismo y yo me rijo por mis opiniones. Los esteroides seguirán siendo un tema de debate en los años venideros. Claro está, todos tenemos derecho a expresar nuestro punto de vista. El mío puede divertiros o enfureceros, pero si he logrado haceros reflexionar sobre esta cuestión legal y moral, he triunfado en mi misión.

Via: musculacion.net

1 comentario:

León!! dijo...

Wow...Impresionante :)