Mediante su ejecución se logran trabajar músculos antagonistas en un movimiento, lo que lo convierte en una opción muy completa.Resulta paradójico que un mismo ejercicio pueda trabajar músculos opuestos. No obstante, esta contradicción se da en el pull over, cuyos principales actores son el pectoral mayor y el dorsal ancho.
La explicación es que estos músculos trabajan en distintos momentos de la ejecución. El dorsal ancho lo hace en los primeros 15º del movimiento del hombro, es decir cuando este vuelve de una sobre flexión a la flexión (esta última sería con los brazos en línea con el cuerpo). Es entonces una manera distinta de trabajar la espalda, puesto que el movimiento es más estático y no implica un movimiento de codo, concentrando toda la tensión en el dorsal.
Luego el trabajo, hasta llevar la mancuerna o barra hacia el abdomen, será prioritariamente del pectoral mayor, y servirá para abrir la caja torácica. El tríceps y el serrato mayor son sinergistas en este ejercicio.
Una buena técnica es fundamental
Para ejecutar correctamente el ejercicio debemos acostarnos en posición decúbito dorsal (boca arriba) en un banco, o al menos apoyar en este la zona cervical. Los brazos sostendrán una mancuerna con las palmas hacia arriba. Se baja la mancuerna por detrás de la cabeza con los codos en semi flexión, de modo que esta articulación no reciba mucha tensión. Desde esa posición inicial se lleva la mancuerna hacia el abdomen con un movimiento de hombros.
Se debe tener cuidado de no bajar demasiado la mancuerna antes de iniciar una repetición, ya que podría ser motivo de lesiones. Sentir el estiramiento en el pectoral es señal suficiente para empezar la fase concéntrica. Además se tiene que prestar atención a una correcta respiración, puesto que es un ejercicio que trabaja los músculos inspiradores como el pectoral.
El pull over podrá emplearse en distintos tipos de rutinas, tanto de la cara anterior como posterior del torso, y garantizará un trabajo integral.
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