Seguro que lo habréis oído más de una vez porque se ha dicho hasta la saciedad y no sólo dentro del mundillo del culturismo, sino incluso fuera de él.
No es posible construir algo grande y voluminoso sin unos cimientos sólidos y fuertes. Y eso constituye una verdad irrefutable. Pero en el contexto específico de la musculación, resulta casi imposible pensar en llegar a construir un cuerpo de proporciones impresionantes y músculos espectaculares sin contar con una base sólida. Esa base sólo puede construirse gracias a unos pilares que constituyen los cimientos del desarrollo máximo que se pueda alcanzar.
Esos ejes son los ejercicios compuestos que producen las mayores ganancias de fuerza y de volumen muscular.
Entre ellos destaca la ‘Cargada’.
Llevabais tiempo leyendo asiduamente las revistas de culturismo que comprabais todos los meses en el quiosco y no había día que no soñaseis con llegar algún día a poseer un físico de músculos grandes y poderosos como los de las fotos que ilustraban esas páginas, hasta que por fin os animasteis a inscribiros en el gimnasio. Ya habéis dado el primer paso y resulta fascinante el entrenamiento al que estáis sometidos y comprobar cuántos nuevos ejercicios aprendéis y cómo notáis el aumento de la fuerza y sentís aparecer y fortalecerse músculos que ni siquiera sabíais que teníais. Es una aventura fascinante y cada día estáis más y más atrapados en la ilusión de ver como vais creciendo gradualmente. Pero como principiantes debéis empezar bien, tenéis que dar los pasos correctos y encauzar vuestros esfuerzos de la mejor manera para propiciar el máximo desarrollo muscular.
Los pilares del poderío físico
Os digan lo que os digan, no dudéis nunca que un culturista para ser grande tiene que ser fuerte. Existe una relación directa entre el tamaño de un músculo y su fuerza, por eso cuanto más grande es, más fuerte será y también inversamente, cuanta más fuerza gane más volumen adquirirá. Siempre es posible que alguien con músculos más pequeños pueda superar en fuerza a otro con una musculatura mayor, pero eso sólo es una excepción y en cualquier caso todo aquel que incremente su fuerza aumentará también el volumen.
El primer requisito para llegar a ser un buen culturista es lograr un volumen corporal destacable y eso significa que hay que entrenar principalmente las grandes masas musculares, esas que activan el desarrollo general del cuerpo y permiten ganar mucho volumen y fuerza musculares. Más tarde cuando se ha adquirido un físico de notables dimensiones es cuando conviene centrarse en el detalle muscular, pero en los primeros tiempos el culturista principiante debe centrarse en los llamados ejercicios compuestos tales como: la sentadilla, el peso muerto, el press de banca, las dominadas, los remos con barra, los fondos de paralelas, el press militar y la cargada.
Estos movimientos son responsables del desarrollo de muchos grandes campeones a lo largo de la historia y los verdaderos artífices del aumento de la envergadura y fuerza corporal, porque los estudios han puesto de manifiesto que con su realización se liberan grandes cantidades de testosterona y de hormona del crecimiento. Las sentadillas, los presses, los remos y hasta los presses militares son populares en los gimnasios, los fondos, las dominadas y el peso muerto bastante menos, pero la cargada es un ejercicio que casi nadie realiza de forma habitual y es una pena, porque proporciona mucha potencia y volumen muscular. Es un diamante que os ayudará a alcanzar un gran desarrollo y que no debéis ignorar.
La ‘Cargada’ un pilar de potencia y desarrollo muscular
Este ejercicio es muy popular entre los atletas de fuerza y lo ha sido entre los culturistas durante muchas décadas. Recomendado por los mejores gurús de los hierros de los años 40, 50, 60 y 70 fue perdiendo su popularidad con la aparición de las máquinas modernas, cuyo enfoque es el de aislar más al músculo y buscar la comodidad durante la realización de un ejercicio.
Antaño los atletas estaban acostumbrados a cargar las barras desde el suelo para realizar cualquier movimiento, mientras que hoy hay bancas para que cada uno, de forma que el peso sólo hay que moverlo durante la parte concreta del ejercicio.
La cargada no resulta cómoda ni fácil, de ahí que su popularidad haya disminuido y también en eso estriba su eficacia. Se trata de un movimiento que proviene del mundo de la halterofilia y que os proporcionará potencia y tamaño en todo el cuerpo en general, desde las piernas, pasando por la espalda, tanto la baja como la alta, los trapecios, los hombros, las caderas, los antebrazos, el agarre y también los brazos.
Si desde vuestros principios en el culturismo incluís la cargada en vuestra rutina y os entregáis para ser buenos en este movimiento, os aseguro que moveréis mucho más peso en todos los demás ejercicios básicos y eso os permitirá desarrollaros más y también hacerlo antes.
Cómo realizar la ‘Cargada’
La cargada no deja de ser un movimiento sencillo y relativamente fácil de realizar, pero a pesar de eso debido a su dificultad es posible cometer fallos y no sacarle el máximo provecho.
En el inicio tenéis una barra relativamente pesada en el suelo rozando las espinillas, delante de los pies, que están separados con la anchura de los hombros, os agacháis y la agarráis con las manos con una separación similar a la de los hombros y las piernas flexionadas con las caderas altas. La cabeza alta y mirando al frente.
El movimiento se inicia tirando de la barra hacia arriba en un primer tiempo enderezando las piernas, con los brazos sosteniendo la barra, y en cuanto las piernas están rectas y el cuerpo casi erguido, con la barra a la altura de los muslos, los brazos entran en acción tirando de la barra fuertemente hacia arriba con los codos por encima de la barra, para cuando ésta esté llegando a la altura del pecho, los brazos bajan hacia abajo para acabar con la barra apoyada sobre los hombros anteriores, con las manos por debajo y los codos apuntando al suelo.
Desde ese punto que constituye la posición inicial de un press militar, se vuelve a bajar la barra al suelo con control e invirtiendo la acción.Una vez en el suelo, se inicia otra repetición.
Cómo incorporar y crecer con la cargada
Como digo la cargada no es un ejercicio muy popular en los gimnasios de culturismo, pero sí en los de halterofilia, sin embargo se trata de una verdadera gema para dotaros de potencia y masa muscular general, una potencia que se repercutirá al resto del cuerpo de forma general.
No pretendo que os centréis en la cargada en exclusiva, puesto que todo principiante ha de aprender todos los ejercicios y realizar el máximo número posible, pero sí que incluyáis al menos un día por semana este sensacional ejercicio en vuestra rutina.
Puesto que es un movimiento que cansa bastante os recomiendo que lo hagáis al principio de la sesión, porque de otra forma cuando lo hagáis estaréis agotados del trabajo anterior. Y ya que afecta a la espalda y los hombros de forma muy significativa, pero también prácticamente al resto de grupos, puede constituir una forma excelente de calentamiento para activar todo el cuerpo de cara a la sesión que vais a iniciar.
De manera que podéis incluso comenzar cada sesión con dos o tres series de ocho repeticiones, inicialmente con un peso ligero que con el tiempo iréis incrementando cuando dominéis bien el ejercicio, y luego rendiréis mejor incluso durante el resto de la sesión. Conforme avancéis procurad aumentar la carga empleada y también el volumen, hasta realizar cuatro o cinco series de ocho o diez repeticiones y os aseguro que gracias a la cargada aumentaréis de forma extraordinaria vuestro potencial físico.
No es posible construir algo grande y voluminoso sin unos cimientos sólidos y fuertes. Y eso constituye una verdad irrefutable. Pero en el contexto específico de la musculación, resulta casi imposible pensar en llegar a construir un cuerpo de proporciones impresionantes y músculos espectaculares sin contar con una base sólida. Esa base sólo puede construirse gracias a unos pilares que constituyen los cimientos del desarrollo máximo que se pueda alcanzar.
Esos ejes son los ejercicios compuestos que producen las mayores ganancias de fuerza y de volumen muscular.
Entre ellos destaca la ‘Cargada’.
Llevabais tiempo leyendo asiduamente las revistas de culturismo que comprabais todos los meses en el quiosco y no había día que no soñaseis con llegar algún día a poseer un físico de músculos grandes y poderosos como los de las fotos que ilustraban esas páginas, hasta que por fin os animasteis a inscribiros en el gimnasio. Ya habéis dado el primer paso y resulta fascinante el entrenamiento al que estáis sometidos y comprobar cuántos nuevos ejercicios aprendéis y cómo notáis el aumento de la fuerza y sentís aparecer y fortalecerse músculos que ni siquiera sabíais que teníais. Es una aventura fascinante y cada día estáis más y más atrapados en la ilusión de ver como vais creciendo gradualmente. Pero como principiantes debéis empezar bien, tenéis que dar los pasos correctos y encauzar vuestros esfuerzos de la mejor manera para propiciar el máximo desarrollo muscular.
Los pilares del poderío físico
Os digan lo que os digan, no dudéis nunca que un culturista para ser grande tiene que ser fuerte. Existe una relación directa entre el tamaño de un músculo y su fuerza, por eso cuanto más grande es, más fuerte será y también inversamente, cuanta más fuerza gane más volumen adquirirá. Siempre es posible que alguien con músculos más pequeños pueda superar en fuerza a otro con una musculatura mayor, pero eso sólo es una excepción y en cualquier caso todo aquel que incremente su fuerza aumentará también el volumen.
El primer requisito para llegar a ser un buen culturista es lograr un volumen corporal destacable y eso significa que hay que entrenar principalmente las grandes masas musculares, esas que activan el desarrollo general del cuerpo y permiten ganar mucho volumen y fuerza musculares. Más tarde cuando se ha adquirido un físico de notables dimensiones es cuando conviene centrarse en el detalle muscular, pero en los primeros tiempos el culturista principiante debe centrarse en los llamados ejercicios compuestos tales como: la sentadilla, el peso muerto, el press de banca, las dominadas, los remos con barra, los fondos de paralelas, el press militar y la cargada.
Estos movimientos son responsables del desarrollo de muchos grandes campeones a lo largo de la historia y los verdaderos artífices del aumento de la envergadura y fuerza corporal, porque los estudios han puesto de manifiesto que con su realización se liberan grandes cantidades de testosterona y de hormona del crecimiento. Las sentadillas, los presses, los remos y hasta los presses militares son populares en los gimnasios, los fondos, las dominadas y el peso muerto bastante menos, pero la cargada es un ejercicio que casi nadie realiza de forma habitual y es una pena, porque proporciona mucha potencia y volumen muscular. Es un diamante que os ayudará a alcanzar un gran desarrollo y que no debéis ignorar.
La ‘Cargada’ un pilar de potencia y desarrollo muscular
Este ejercicio es muy popular entre los atletas de fuerza y lo ha sido entre los culturistas durante muchas décadas. Recomendado por los mejores gurús de los hierros de los años 40, 50, 60 y 70 fue perdiendo su popularidad con la aparición de las máquinas modernas, cuyo enfoque es el de aislar más al músculo y buscar la comodidad durante la realización de un ejercicio.
Antaño los atletas estaban acostumbrados a cargar las barras desde el suelo para realizar cualquier movimiento, mientras que hoy hay bancas para que cada uno, de forma que el peso sólo hay que moverlo durante la parte concreta del ejercicio.
La cargada no resulta cómoda ni fácil, de ahí que su popularidad haya disminuido y también en eso estriba su eficacia. Se trata de un movimiento que proviene del mundo de la halterofilia y que os proporcionará potencia y tamaño en todo el cuerpo en general, desde las piernas, pasando por la espalda, tanto la baja como la alta, los trapecios, los hombros, las caderas, los antebrazos, el agarre y también los brazos.
Si desde vuestros principios en el culturismo incluís la cargada en vuestra rutina y os entregáis para ser buenos en este movimiento, os aseguro que moveréis mucho más peso en todos los demás ejercicios básicos y eso os permitirá desarrollaros más y también hacerlo antes.
Cómo realizar la ‘Cargada’
La cargada no deja de ser un movimiento sencillo y relativamente fácil de realizar, pero a pesar de eso debido a su dificultad es posible cometer fallos y no sacarle el máximo provecho.
En el inicio tenéis una barra relativamente pesada en el suelo rozando las espinillas, delante de los pies, que están separados con la anchura de los hombros, os agacháis y la agarráis con las manos con una separación similar a la de los hombros y las piernas flexionadas con las caderas altas. La cabeza alta y mirando al frente.
El movimiento se inicia tirando de la barra hacia arriba en un primer tiempo enderezando las piernas, con los brazos sosteniendo la barra, y en cuanto las piernas están rectas y el cuerpo casi erguido, con la barra a la altura de los muslos, los brazos entran en acción tirando de la barra fuertemente hacia arriba con los codos por encima de la barra, para cuando ésta esté llegando a la altura del pecho, los brazos bajan hacia abajo para acabar con la barra apoyada sobre los hombros anteriores, con las manos por debajo y los codos apuntando al suelo.
Desde ese punto que constituye la posición inicial de un press militar, se vuelve a bajar la barra al suelo con control e invirtiendo la acción.Una vez en el suelo, se inicia otra repetición.
Cómo incorporar y crecer con la cargada
Como digo la cargada no es un ejercicio muy popular en los gimnasios de culturismo, pero sí en los de halterofilia, sin embargo se trata de una verdadera gema para dotaros de potencia y masa muscular general, una potencia que se repercutirá al resto del cuerpo de forma general.
No pretendo que os centréis en la cargada en exclusiva, puesto que todo principiante ha de aprender todos los ejercicios y realizar el máximo número posible, pero sí que incluyáis al menos un día por semana este sensacional ejercicio en vuestra rutina.
Puesto que es un movimiento que cansa bastante os recomiendo que lo hagáis al principio de la sesión, porque de otra forma cuando lo hagáis estaréis agotados del trabajo anterior. Y ya que afecta a la espalda y los hombros de forma muy significativa, pero también prácticamente al resto de grupos, puede constituir una forma excelente de calentamiento para activar todo el cuerpo de cara a la sesión que vais a iniciar.
De manera que podéis incluso comenzar cada sesión con dos o tres series de ocho repeticiones, inicialmente con un peso ligero que con el tiempo iréis incrementando cuando dominéis bien el ejercicio, y luego rendiréis mejor incluso durante el resto de la sesión. Conforme avancéis procurad aumentar la carga empleada y también el volumen, hasta realizar cuatro o cinco series de ocho o diez repeticiones y os aseguro que gracias a la cargada aumentaréis de forma extraordinaria vuestro potencial físico.
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