Han pasado como unas tres décadas desde que Arnold se entrenaba para una competición culturista, pero a pesar del tiempo, algunos movimientos siguen siendo favoritos cuando se trata de desarrollar una zona concreta. En el caso de los deltoides anteriores, ese ejercicio es todavía la elevación frontal alternada con mancuerna. A Arnold le gustaba atacar ese músculo con la elevación alternada con mancuernas. La belleza del movimiento es doble, porque no sólo implica la cabeza anterior del hombro, sino que también afecta a la zona superior de los trapecios en la parte final del movimiento, creando con ello una increíble imagen de amplitud y de poderío.
Para empezar el movimiento agarra un par de mancuernas de peso medio. Recordad, deben ser lo suficientemente ligeras como para elevarlas con suavidad por encima de la cabeza, no sólo hasta la altura del hombro. Elevad una pesa directamente por delante vuestro y como en un arco, manteniendo el brazo prácticamente recto hasta que llegue por encima del nivel del hombro. Descended la pesa bajo control hasta el punto inicial y pasad la acción al otro brazo.
Si queréis imprimir un desafío mayor, entonces probad a hacer el ejercicio sentado en una banca, lo cual os impedirá utilizar la inercia o hacer trampa. Recordad también que cuando alternáis los brazos eso esencialmente os permite un pequeño descanso entre repeticiones, así que para una mayor congestión haced ambos brazos a la vez –uno sube mientras el otro baja– entonces alternad los lados cuando os acerquéis al punto de fallo para incluir un pequeño intervalo de descanso, lo cual os permitirá continuar para poder completar alguna repetición más.
Via: personaltrainers-es
Para empezar el movimiento agarra un par de mancuernas de peso medio. Recordad, deben ser lo suficientemente ligeras como para elevarlas con suavidad por encima de la cabeza, no sólo hasta la altura del hombro. Elevad una pesa directamente por delante vuestro y como en un arco, manteniendo el brazo prácticamente recto hasta que llegue por encima del nivel del hombro. Descended la pesa bajo control hasta el punto inicial y pasad la acción al otro brazo.
Si queréis imprimir un desafío mayor, entonces probad a hacer el ejercicio sentado en una banca, lo cual os impedirá utilizar la inercia o hacer trampa. Recordad también que cuando alternáis los brazos eso esencialmente os permite un pequeño descanso entre repeticiones, así que para una mayor congestión haced ambos brazos a la vez –uno sube mientras el otro baja– entonces alternad los lados cuando os acerquéis al punto de fallo para incluir un pequeño intervalo de descanso, lo cual os permitirá continuar para poder completar alguna repetición más.
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