No cometeré la pedantería de asegurar que lo que os propongo en estas líneas es la verdad absoluta y el camino definitivo para un desarrollo muscular continuado y sin límites, por que eso es imposible.
No obstante, y salvando las diferencias individuales, existen ciertos pilares básicos de la hipertrofia que vale la pena conocer, porque gracias a su aplicación podréis alcanzar vuestro máximo potencial.
Es evidente que no existe la rutina universal, ni un método eficaz para todo el mundo, ni siquiera ese que lo es para una misma persona siempre. En culturismo no existe tal cosa, como tampoco hay una dieta para ganar o para perder peso que resulte eficaz a todos los que la sigan, eso es imposible, y lo es porque cada uno de nosotros posee metabolismos distintos y porque nuestro organismo es muy dinámico y con una enorme capacidad de adaptación, es decir cambiante, de manera que lo que hoy produce resultados puede dejar de hacerlo mañana.
Dicho esto, también es cierto que existen una serie de hechos fundamentales que son aplicables a todos y cada uno de nosotros, porque después de todo y salvando ciertas diferencias, las leyes físicas y fisiológicas son una realidad con la que se puede contar como predecibles, de otro modo no existirían ciencias como la medicina, o la aeronáutica.
Hay pilares básicos sobre los que se asienta el culturismo y aunque respondemos de forma variable a éstos, en función de nuestras peculiaridades individuales, sus efectos son bastante similares en la mayoría. De manera que si de verdad aspiráis a alcanzar vuestro máximo potencial muscular más vale que los conozcáis y sobre todo que formen parte esencial de vuestro programa.
Los cuatro pilares de la hipertrofia
Los cuatro pilares de la hipertrofia son: el entrenamiento, el descanso, la alimentación y la suplementación. Estos son los cuatro ejes sobre los que se asienta el crecimiento.
El entrenamiento es el más importante, puesto que supone el detonante que inicia en primer lugar las reacciones que conducen a la hipertrofia. Luego viene el descanso, porque si trasnocháis o practicáis otros deportes al mismo tiempo y por tanto no permitís que se lleve a cabo la recuperación, no será posible el crecimiento.
La alimentación tiene la misma relevancia o más, ya que de ésta depende la obtención de los materiales que el cuerpo empleará como combustible energético para poder entrenar con dureza y también como material para la formación de los tejidos y músculos.
Por fin, los suplementos constituyen el cuarto pilar, puesto que pueden ser muy relevantes para el crecimiento, ya que constituyen una enorme ayuda para corregir los defectos que se cometan con la alimentación y en ocasiones pueden incluso activar la fase de anabolismo como no es posible con los alimentos convencionales.
No obstante, y salvando las diferencias individuales, existen ciertos pilares básicos de la hipertrofia que vale la pena conocer, porque gracias a su aplicación podréis alcanzar vuestro máximo potencial.
Es evidente que no existe la rutina universal, ni un método eficaz para todo el mundo, ni siquiera ese que lo es para una misma persona siempre. En culturismo no existe tal cosa, como tampoco hay una dieta para ganar o para perder peso que resulte eficaz a todos los que la sigan, eso es imposible, y lo es porque cada uno de nosotros posee metabolismos distintos y porque nuestro organismo es muy dinámico y con una enorme capacidad de adaptación, es decir cambiante, de manera que lo que hoy produce resultados puede dejar de hacerlo mañana.
Dicho esto, también es cierto que existen una serie de hechos fundamentales que son aplicables a todos y cada uno de nosotros, porque después de todo y salvando ciertas diferencias, las leyes físicas y fisiológicas son una realidad con la que se puede contar como predecibles, de otro modo no existirían ciencias como la medicina, o la aeronáutica.
Hay pilares básicos sobre los que se asienta el culturismo y aunque respondemos de forma variable a éstos, en función de nuestras peculiaridades individuales, sus efectos son bastante similares en la mayoría. De manera que si de verdad aspiráis a alcanzar vuestro máximo potencial muscular más vale que los conozcáis y sobre todo que formen parte esencial de vuestro programa.
Los cuatro pilares de la hipertrofia
Los cuatro pilares de la hipertrofia son: el entrenamiento, el descanso, la alimentación y la suplementación. Estos son los cuatro ejes sobre los que se asienta el crecimiento.
El entrenamiento es el más importante, puesto que supone el detonante que inicia en primer lugar las reacciones que conducen a la hipertrofia. Luego viene el descanso, porque si trasnocháis o practicáis otros deportes al mismo tiempo y por tanto no permitís que se lleve a cabo la recuperación, no será posible el crecimiento.
La alimentación tiene la misma relevancia o más, ya que de ésta depende la obtención de los materiales que el cuerpo empleará como combustible energético para poder entrenar con dureza y también como material para la formación de los tejidos y músculos.
Por fin, los suplementos constituyen el cuarto pilar, puesto que pueden ser muy relevantes para el crecimiento, ya que constituyen una enorme ayuda para corregir los defectos que se cometan con la alimentación y en ocasiones pueden incluso activar la fase de anabolismo como no es posible con los alimentos convencionales.
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