La mayoría de los que asistimos al gimnasio sigue una dieta acorde con la actividad que realiza, y es que es muy importante que dotemos al organismo de los nutrientes que necesita para poder hacer frente a la actividad deportiva. Por este motivo la gran mayoría echa mano de los complementos, pero es importante que tengamos en cuenta lo que estos nos aportan, pues muchos los tomamos sin saber exactamente para que sirven.
El complemento más habitual en cualquier gimnasio son las proteínas que se supone nos sirven para ayudarnos a aumentar el tamaño de las fibras después de entrenar y comenzar así una recuperación más rápida de los músculos. Pero lo que no sabemos es que existen diferentes tipos de proteínas por su origen. Nosotros vamos a diferenciar entre proteínas de origen animal y las de origen vegetal, pues son totalmente diferentes y nos aportan distintas cosas.
Las proteínas de origen animal también llamadas de suero, son las que más se utilizan por la gran mayoría de los que las toman, y es que se supone que son las que más nos ayudan a crecer. Este tipo de complementos suele estar enriquecido con hidratos de carbono que nos aportan, además de proteínas, un alto número de calorías. Este punto no lo tenemos muchos en cuenta, ya que pensamos que al ser un alimento deportivo no nos engordará, pero si no tenemos cuidado podemos engordar mucho si tomamos grandes dosis de este tipo de complemento, y es que es cierto que después del ejercicio hay que reponer glucosa, pero hasta un límite, ya que lo que esté de más nos engordará.
Por otro lado tenemos las proteínas de origen vegetal, que se extraen de plantas como la soja, que tienen un alto contenido proteico que el cuerpo asimila con gran facilidad. Pero es importante que tengamos en cuenta que la soja además contiene altas dosis de estrógenos, es decir, hormonas femeninas, que en exceso pueden tener una serie de efectos en nuestro cuerpo. Por norma general este componente lo que hace es que nuestro cuerpo tienda a acumular líquidos en los tejidos, algo que va en contra de lo que perseguimos con nuestro trabajo en el gimnasio, ya que esto nos tapa el músculo y da la sensación de que estamos más gordos de lo que realmente estamos.
Por esto es importante que sepamos el tipo de complemento proteico que tomamos, ya que todos tienen sus pros y sus contras. Como siempre decimos, todo en exceso acaba por ser malo. Es importante que a la hora de comprarlos nos dejemos aconsejar por el vendedor, que es el que mejor nos sabrá informar sobre los beneficios de cada complemento.
El complemento más habitual en cualquier gimnasio son las proteínas que se supone nos sirven para ayudarnos a aumentar el tamaño de las fibras después de entrenar y comenzar así una recuperación más rápida de los músculos. Pero lo que no sabemos es que existen diferentes tipos de proteínas por su origen. Nosotros vamos a diferenciar entre proteínas de origen animal y las de origen vegetal, pues son totalmente diferentes y nos aportan distintas cosas.
Las proteínas de origen animal también llamadas de suero, son las que más se utilizan por la gran mayoría de los que las toman, y es que se supone que son las que más nos ayudan a crecer. Este tipo de complementos suele estar enriquecido con hidratos de carbono que nos aportan, además de proteínas, un alto número de calorías. Este punto no lo tenemos muchos en cuenta, ya que pensamos que al ser un alimento deportivo no nos engordará, pero si no tenemos cuidado podemos engordar mucho si tomamos grandes dosis de este tipo de complemento, y es que es cierto que después del ejercicio hay que reponer glucosa, pero hasta un límite, ya que lo que esté de más nos engordará.
Por otro lado tenemos las proteínas de origen vegetal, que se extraen de plantas como la soja, que tienen un alto contenido proteico que el cuerpo asimila con gran facilidad. Pero es importante que tengamos en cuenta que la soja además contiene altas dosis de estrógenos, es decir, hormonas femeninas, que en exceso pueden tener una serie de efectos en nuestro cuerpo. Por norma general este componente lo que hace es que nuestro cuerpo tienda a acumular líquidos en los tejidos, algo que va en contra de lo que perseguimos con nuestro trabajo en el gimnasio, ya que esto nos tapa el músculo y da la sensación de que estamos más gordos de lo que realmente estamos.
Por esto es importante que sepamos el tipo de complemento proteico que tomamos, ya que todos tienen sus pros y sus contras. Como siempre decimos, todo en exceso acaba por ser malo. Es importante que a la hora de comprarlos nos dejemos aconsejar por el vendedor, que es el que mejor nos sabrá informar sobre los beneficios de cada complemento.
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