Los abdominales son un músculo como otro cualquiera, pero su prestigio estético lleva a muchos a entrenarlo todos los días, pensando que así crecerá más y nos saldrán antes. Pero no hay que hacer abdominales todos los días, también hay que dejarlos descansar.
Habrá quien diga que no pasa por hacer abdominales todos los días, y es cierto, pero si entrenamos a cierta intensidad porque nuestra intención es hacerlos crecer, un día de descanso les vendrá muy bien. Hacer cincuenta abdominales al día tampoco es tanto, lo podemos soportar, pero si los hemos entrenado a modo de series fatigándolos conviene darles descanso.
Además hay que recordar que un buen entrenamiento de abdominales requiere de trabajo aeróbico, sobre todo para definirlos, por lo que podemos aprovechar el día de descanso para hacer este aeróbico y quemar la capa de grasa que hay encima. También podemos alternar un día de trabajo abdominal con otro día de trabajo de lumbares, para evitar crear desequilibrios musculares entre músculos anteriores y posteriores del tronco.
Tres días de entrenamiento abdominal a la semana parecen perfectos, variando cada día los ejercicios y jugando con la intensidad y ejercicios de autocargas y sobrecargas. Trabajarlos más de tres días a la semana puede fatigarlos y conseguir justo el objetivo contrario. Eso sí, cada cual tiene que individualizar su rutina y saber los días, ejercicios y series que puede realizar, dependiendo de su condición física y objetivos de entrenamiento.
Habrá quien diga que no pasa por hacer abdominales todos los días, y es cierto, pero si entrenamos a cierta intensidad porque nuestra intención es hacerlos crecer, un día de descanso les vendrá muy bien. Hacer cincuenta abdominales al día tampoco es tanto, lo podemos soportar, pero si los hemos entrenado a modo de series fatigándolos conviene darles descanso.
Además hay que recordar que un buen entrenamiento de abdominales requiere de trabajo aeróbico, sobre todo para definirlos, por lo que podemos aprovechar el día de descanso para hacer este aeróbico y quemar la capa de grasa que hay encima. También podemos alternar un día de trabajo abdominal con otro día de trabajo de lumbares, para evitar crear desequilibrios musculares entre músculos anteriores y posteriores del tronco.
Tres días de entrenamiento abdominal a la semana parecen perfectos, variando cada día los ejercicios y jugando con la intensidad y ejercicios de autocargas y sobrecargas. Trabajarlos más de tres días a la semana puede fatigarlos y conseguir justo el objetivo contrario. Eso sí, cada cual tiene que individualizar su rutina y saber los días, ejercicios y series que puede realizar, dependiendo de su condición física y objetivos de entrenamiento.
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