Constantemente estamos hablando de las proteínas y de lo que este tipo de nutriente representa para nuestro organismo. Todos sabemos que las proteínas son un alimento necesario para el correcto funcionamiento orgánico, ya que sin ellas no podríamos sobrevivir. Pero una cosa debemos tener en cuenta, no todas las proteínas son iguales, por ello en esta ocasión vamos a diferenciar entre proteínas de origen animal y las de origen vegetal y las características de cada tipo.
Antes de nada debemos saber que las proteínas están formadas por cientos de aminoácidos que el organismo aprovecha para sus funciones vitales. Todas las proteínas no contienen el mismo tipo de aminoácidos, ya que cada tipo nos aportará una cantidad u otra, dependiendo de los valores que tengan. Por este motivo en esta ocasión vamos a tomar como referencia y medida originaria el aminoácido, que es el que determina la calidad de una proteína.
Tipos de aminoácidos
Dentro de los aminoácidos podemos distinguir dos tipos, los esenciales y los no esenciales. Los esenciales son aquellos que solamente podemos obtener a través de la alimentación, ya que nuestro cuerpo no los produce, por lo que es necesario que echemos mano de alimentos que los contengan en altas cantidades.
En el caso de los no esenciales, son aminoácidos que sí obtenemos a través de los alimentos, pero que nuestro propio cuerpo puede producir, por eso si nos quedamos cortos en su consumo no estaremos faltos de ellos, ya que el organismo los producirá.
Proteínas animales y vegetales
Desde este punto de vista la calidad de una proteína se medirá en el número de aminoácidos esenciales que nos aporte, por ello las proteínas que nos aporten más aminoácidos esenciales tendrán un mayor valor biológico. Esto es lo que sucede con las proteínas de origen animal, que son las que se encuentran en leches, carnes, pescados, huevos… Este tipo de proteínas son más completas en lo que se refiere al aporte de aminoácidos, ya que nos brindan casi todos los esenciales que el organismo necesita recibir para tener un correcto desarrollo y funcionamiento.
Las proteínas de origen vegetal no nos aportan tantas cantidades de aminoácidos esenciales sino que más bien nos brindan más aminoácidos no esenciales, y además en menos cantidades que las proteínas de origen animal. Este es el motivo por el que no podemos seguir únicamente una dieta a base de proteínas de origen vegetal, por lo que lo ideal es mezclar ambas para conseguir mantener un equilibrio perfecto en el organismo y dotarlo de los nutrientes necesarios para un funcionamiento correcto.
Antes de nada debemos saber que las proteínas están formadas por cientos de aminoácidos que el organismo aprovecha para sus funciones vitales. Todas las proteínas no contienen el mismo tipo de aminoácidos, ya que cada tipo nos aportará una cantidad u otra, dependiendo de los valores que tengan. Por este motivo en esta ocasión vamos a tomar como referencia y medida originaria el aminoácido, que es el que determina la calidad de una proteína.
Tipos de aminoácidos
Dentro de los aminoácidos podemos distinguir dos tipos, los esenciales y los no esenciales. Los esenciales son aquellos que solamente podemos obtener a través de la alimentación, ya que nuestro cuerpo no los produce, por lo que es necesario que echemos mano de alimentos que los contengan en altas cantidades.
En el caso de los no esenciales, son aminoácidos que sí obtenemos a través de los alimentos, pero que nuestro propio cuerpo puede producir, por eso si nos quedamos cortos en su consumo no estaremos faltos de ellos, ya que el organismo los producirá.
Proteínas animales y vegetales
Desde este punto de vista la calidad de una proteína se medirá en el número de aminoácidos esenciales que nos aporte, por ello las proteínas que nos aporten más aminoácidos esenciales tendrán un mayor valor biológico. Esto es lo que sucede con las proteínas de origen animal, que son las que se encuentran en leches, carnes, pescados, huevos… Este tipo de proteínas son más completas en lo que se refiere al aporte de aminoácidos, ya que nos brindan casi todos los esenciales que el organismo necesita recibir para tener un correcto desarrollo y funcionamiento.
Las proteínas de origen vegetal no nos aportan tantas cantidades de aminoácidos esenciales sino que más bien nos brindan más aminoácidos no esenciales, y además en menos cantidades que las proteínas de origen animal. Este es el motivo por el que no podemos seguir únicamente una dieta a base de proteínas de origen vegetal, por lo que lo ideal es mezclar ambas para conseguir mantener un equilibrio perfecto en el organismo y dotarlo de los nutrientes necesarios para un funcionamiento correcto.
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