Di la palabra DHT (dihidrotestosterona) y la mayoría de los hombres se imaginará una cabeza calva que sólo a un monje franciscano le gustaría tener o una próstata del tamaño de un melón.
La DHT es un androgénico metabólico de la testosterona que afecta más las glándulas sexuales como la próstata y vesículas seminales, entre otros, además de que provoca cambios específicos de un género como calvicie masculina, hipertrofia de la glándula sebácea e inflamación o acné. La DHT ha sido considerada irrelevante para el desarrollo muscular y la fuerza, sin embargo al parecer este punto de vista está cambiando.
La testosterona puede ser considerada una pro hormona en muchos tejidos, ya que se convierte en estradiol (una hormona sexual femenina) por la aromatasa o DHT por los reductores 5-alfa (5AR). Estas enzimas están presentes en los tejidos que son sensibles a los efectos estrogénicos y endogénicos, el tejido mamario contiene altas cantidades de aromatasa, la próstata es alta en 5AR.
Generalmente se considera que el músculo es insensible en género – respondiendo a la testosterona, no a sus metabolitos estrogénicos o endogénicos. De hecho, esto es incorrecto. Hay esteroides anabólicos derivados de DHT y no de la testosterona, tales como Masteron, Primobolan e irónicamente la oxandrolona.
Estos esteroides anabólicos son usados típicamente durante una fase de precompetencia o por actores o modelos que buscan un físico más duro y seco. A los esteroides derivados de DHT no se les conocen como desarrolladores de masa o por ser muy eficientes para incrementar la fuerza.
Aparte de la oxandrolona, los esteroides derivados de DHT producen más efectos secundarios de tipo androgénicos. Las mujeres físicoculturistas y atletas que usan o abusan de esteroides anabólicos normalmente evitan esto debido al riesgo de engrosamiento de la voz, pelo facial y otros cambios “masculinos”.
El Masteron y otros de su clase tienen efectos antiestrogénicos, posiblemente al inhibir la vía de aromatasa. Muchos culturistas han notado una pérdida de cabello durante ciclos que incluyen esta clase de esteroides.
La DHT es más androgénica que la testosterona, unas cinco veces más. Para demostrar esto, la testosterona es el estándar y se considera un radio androgénico: anabólico de 1:1 (realmente 100:100). El radio de la nandrolona es cuatro veces más anabólico; la oxalandrona de 15 a 30 veces más anabólico. Ningún fisicoculturista puede decir que por sí solo puede producir mayores o incluso iguales ganancias en masa muscular o fuerza que la testosterona.
“La prueba es lo mejor”, esta cita aparece en muchos gimnasios y generalmente ofrece la gama de tamaños y fuerzas de cualquier esteroide.
El punto negativo de la testosterona es la aparición de efectos secundarios tales como la ginecomastia debido a la conversión de estrógenos o la pérdida de cabello debido a los efectos androgénicos.
