Dentro del mundo deportivo, los
esteroides son probablemente el tema que más controversia y debate
suscita: desde culturistas que se convierten en figuras de acción a
tamaño real con la ayuda de esteroides anabólicos a deportistas de
renombre mundial que caen en desgracia cuando se les pilla usando
productos para mejorar el rendimiento. A partir de los Juegos Olímpicos
de 1988, cuando Ben Johnson dio positivo en los tests antidopaje, los esteroides están en el centro de la mayoría de discusiones sobre el futuro de los deportes.
¿Cuál es la opinión de la sociedad actual?
Los últimos acontecimientos, como el caso de Lance Armstrong, han vuelto
a avivar este debate haciendo hincapié en la responsabilidad moral (o
falta de ella) de utilizar drogas para mejorar el rendimiento y en los
peligros que dicha práctica conlleva.
Para muchas personas, se trata de un tema prohibido. Los prejuicios y los mitos que rodean el consumo de esteroides anabólicos hacen que sea un tabú, algo de lo que no se habla.
Sin embargo, es sabido por todos que muchos levantadores de pesas y
culturistas dependen de los esteroides anabólicos y otros productos para
mejorar el rendimiento y así estar en la élite de su campo.
Toda esta controversia hace que mucha gente tenga opiniones contrarias y
enardecidas que van desde el punto de vista convencional de que los
esteroides son un peligro para la salud y una desventaja para otros
deportistas, hasta aquellos que defienden que estas sustancias deberían
ser legales y estar revisadas para así controlar y dar transparencia a
este tema. Hace poco, Ellis Cashmore, a profesor de Cultura, Medios de
Comunicación y Deporte en la Universidad de Staffordshire (Reino Unido) defendió este acercamiento en un artículo que escribió para la CNN.
Sea cual sea tu opinión, hay algo que es objetivamente
cierto: el uso de esteroides anabólicos es una práctica relativamente
común en el mundo del culturismo y el levantamiento de pesas. Aunque en
Prozis no vendemos esteroides anabólicos (ni defendemos de ninguna
manera el consumo de dichas sustancias), al tratarse de salud pública,
creemos que sí debemos hablar sobre este tema; ya que cuanta más
información, mejor equipados estaremos para debatirlo y tomar decisiones
basadas en datos científicos.
Si la terapia posciclo es una terapia, ¿qué se supone que trata?
Después del artículo sobre los esteroides que publicamos en este blog,
ha llegado la hora de hablar sobre el segundo uso de los esteroides: la
terapia posciclo, también llamada TPC o PCT, por sus siglas en inglés.
Una vez que un deportista finaliza un ciclo de esteroides anabólicos,
comienza otra fase crucial: la terapia posciclo. Básicamente, la TPC
persigue dos objetivos: el primero es mantener los músculos ganados
durante el ciclo y el segundo es evitar el bajón posciclo que
probablemente se llevará parte de esos músculos que tanto cuestan ganar.
Por desgracia, es más fácil decirlo que hacerlo, ya que los niveles de
hormonas y otras sustancias que estaban circulando por el organismo
durante el ciclo (testosterona, factor de crecimiento similar a la
insulina, hormona de crecimiento, etc.) ahora están cambiando. En esta
etapa, el sujeto empieza a poseer una cantidad menor de hormonas
anabólicas pero mayor de hormonas catabólicas. Lo que se debe hacer lo
antes posible es favorecer la producción de las hormonas anabólicas
propias y producir menos catabólicas.
¿Cómo lo conseguimos? Veámoslo a continuación.
Antes de nada, ¿de qué hormonas estamos hablando? Para conseguir una TPC
eficaz, los usuarios de esteroides deben tener en cuenta que cada
sustancia implica una TPC diferente por el efecto único que provoca en
el cuerpo.
Si estás pensando en seguir un ciclo de esteroides anabólicos, asegúrate
de saber muy bien cuál es la sustancia que vas a elegir para poder
elegir tu TPC correctamente una vez finalizado el ciclo. Teniendo esto
en cuenta, te presentamos una pequeña lista de los esteroides anabólicos
más populares:
Los Derivados de DHT, como 1-testosterona, metasterona (también conocida como superdrol) y metil-1-testosterona.
Losderivados de testosterona, como testosterona y sus ésteres,
metiltestosterona, boldenona y sus ésteres, metandrostenolona,
bolasterona, 4-androstenediol y 4-androstenediona.
Los derivados de 19-nor, como nandrolona, norandrostenediona, norandrostenediol y trembolona.
Los programas de TPC para los ingredientes de los que acabamos de hablar
tienen muchos aspectos en común porque están pensados para tratar
situaciones similares por el consumo de dichos esteroides
La parte más importante de un programa de TPC es restaurar la producción
endógena de testosterona, esa es la mayor preocupación que un usuario
de esteroides anabólicos debe tener en mente. Míralo de esta manera: si
una persona comienza un programa para elevar sus niveles de testosterona
por encima de lo normal durante unos meses, cuando finalice este
período debería asegurarse de que el bajón que sufrirá no pondrá en
peligro su salud ni los músculos que ha ganado. Después de todo, estamos
hablando de hormonas, no puedes esperar que tu cuerpo esté en un estado
de superdesarrollo muscular durante 3 o 4 meses y que después, de
repente, vuelva a la normalidad. De hecho, cuando esto ocurre, el
organismo humano se encuentra muy, pero que muy confundido.
Todo ello sin tener en cuenta que los efectos de un desequilibrio
hormonal como este pueden ser contraproducente o incluso peligrosos. Por
eso los consumidores de esteroides necesitan esta terapia, para que el
cuerpo atraviese un proceso de normalización y no se quede hecho un lío
de hormonas.
Entonces, ¿qué pasos implica realizar una TPC?
Básicamente son cuatro:
El eje hipotálamo-hipófisis-testículos o HHT. , Este sistema libera y
controla la producción natural de testosterona por parte del organismo.
Cuando siente que se necesita más testosterona, produce la hormona liberadora
de gonadotropina y si siente que hay demasiada testosterona, envía
señales negativas al hipotálamo y la hipófisis (o pituitaria) que
inician la secreción de estrógeno para equilibrarlo todo. El exceso de
estrógeno provoca justamente lo contrario al exceso de testosterona y,
en casos más extremos, puede incluso hacer aparecer mamas femeninas, voz
más suave u otros síntomas. La TPC ayuda a mantener la producción de
estrógeno bajo control.
Los testículos.La pérdida de sensibilidad en los testículos es un
problema habitual entre los consumidores de esteroides. Ya que los
testículos fabrican testosterona, debes asegurarte de que dicha
fabricación vuelve a los niveles normales una vez que finalizas el ciclo
de esteroides. Es por ello que una TPC eficaz evita que los testículos
se atrofien y que se elimine la producción de testosterona.
¡Cuidado, estrógenos! Los antiestrógenos son sustancias que ejercen un
papel fundamental en cualquier programa de TPC, puesto que regulan
los niveles de estrógeno en el organismo. Tras un ciclo de esteroides,
el cuerpo tiende a padecer un desequilibrio hormonal en el cual el
estrógeno se eleva, es la llamada aromatasa, que aparece de la siguiente
forma: durante un tiempo, el usuario de esteroides hizo que sus niveles
de testosterona fuesen muy elevados, lo que hizo que ganase más
músculo. El único problema es que el cuerpo reacciona e este cambio
produciendo más estrógeno, la hormona femenina que contrarresta la
testosterona. Si decides usar un suplemento de testosterona, el
organismo fabricará más estrógeno para compensar el incremento de esta.
Sin embargo, una vez que se acaba el ciclo de testosterona, es necesario
seguir una terapia posciclo compuesta por antiestrógenos para inhibir la aromatasa y normalizar los niveles de estrógeno.
Gonadotropina coriónica humana o GCH. Es un medicamente
inyectable al que se recurre cuando los antiestrógenos dejan de ser
efectivos. Básicamente, la GCH es un agente para la fertilidad que se
obtiene bajo receta médica y que imita la hormona luteinizante que el
cuerpo libera de forma natural. La administración de GCH inunda los
testículos con un índice increíblemente elevado de hormona luteinizante,
lo que permite obtener unos niveles muy por encima de los que nuestro
organismo alcanzaría por sí solo o con la ayuda de antiestrógenos. ¿Por
qué es importante? Porque los estudios recientes afirman que los agentes
antiestrógenos habituales no son tan eficaces como se pensaba. En
conclusión, la GCH es el plan B en las terapias posciclo.
Y ya está. Estos son los mecanismos que forman parte de la recuperación posciclo de la testosterona.
Si estás pensando en realizar un ciclo de esteroides anabólicos, no te
olvides nunca de estos cuatro elementos. Una TPC eficaz es la única
forma de mantener la salud y los músculos.
Si tu objetivo es tener unos niveles más elevados de testosterona para
aumentar la masa muscular pero no quieres usar esteroides anabólicos, no
tires la toalla. Hay muchas formas de incrementar la producción natural
de testosterona a través de procesos simples sin sustancias ilegales ni
peligrosas. Hace poco tiempo, publicamos un artículo titulado “Unos
pasos simples para incrementar la producción de testosteron“, en el que
damos diversos consejos que te pueden ser de gran ayuda.
CONCLUSIÓN
Por último, hay productos que, en lugar de estar compuestos por
testosterona sintética o sustancias que imitan esta hormona, contienen
nutrientes que favorecen la producción de testosterona por parte del
cuerpo. Son los llamados suplementos prohormonales, son totalmente
seguros y legales y están al a venta en Prozis. Quizás quieras echarles
una ojeada antes de adentrarte en el peligroso mundo de los esteroides
anabólicos.
Atención: Consulta con tu médico antes de utilizar esteroides anabólicos
o medicamentos relacionados con la TPC. Estas sustancias provocan
efectos potentes y potencialmente peligrosos, por lo que no se deberían
emplear sin la debida supervisión médica.